Punto y final a las inundaciones en la plaza de la Patacada de Reus

El Ayuntamiento se compromete a construir un desnivel para que el agua de la lluvia no se encharque 

11 noviembre 2018 20:20 | Actualizado a 12 noviembre 2018 06:58
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

«No hace falta que diluvie. Con que caigan cuatro gotas, el centro de la plaza se convierte en un estanque», dice Paquita, una vecina de la zona. Roser, que la acompaña, añade que «el estanque puede durar días e incluso semanas»
Cada vez que llueve, la Plaça de la Patacada se convierte en un lodazal. Los usuarios de la cafetería que hay en la plaza, La Uni, hacen broma: «sólo faltan los patitos». Su responsable, Manuel González, asegura que «al día siguiente de un episodio de lluvias no puedo desplegar la terraza. No puedo permitir que los clientes tengan que mojar los pies en el agua». González se queja, además, de la presencia de mosquitos en verano por culpa del agua encharcada. 

Las lluvias de esta semana han servido para que los vecinos dijeran basta. El pasado miércoles el concejal de Via Pública, Hipòlit Montseny, visitó el Barri del Carme para escuchar las quejas de los ciudadanos. Uno de los temas que se colocaron encima de la mesa fueron las reiteradas inundaciones de la Patacada. Montseny asegura que «nos hemos comprometido a construir una pequeña rampa que permita que el agua no se estanque». Según el consistorio, las obras serán inminentes, y durarán muy pocas horas. «Sólo necesitamos crear la pendiente necesaria para que el agua baje», dice Montseny.
Aun así, los vecinos de la zona consideran que no la rampa no será suficiente. «El estanque se produce en el centro de la plaza. Lo que quieren hacer es una pendiente en un lateral, pero el agua está en el medio. No toda se irá». «Lo que deberían hacer es pavimentar la plaza», dice Manuel González.  

Inseguridad y falta de luz
Los vecinos de la Patacada también alertan de la poca iluminación que hay en la zona, lo que facilita que algunos jóvenes se reúnan para consumir drogas por las noches bajo los porches de uno de los laterales. 
«Sólo pedimos que la Guàrdia Urbana nos visite más a menudo», pide Roser. 

Comentarios
Multimedia Diari