Quejas vecinales en Reus por la nueva parada de buses interurbanos

Los residentes en el Camí de Riudoms denuncian contaminación, ruido y atascos y los de las Oques piden vaciar la plaza. Desde el lunes, detectores de colas regulan el Passeig Sunyer

17 agosto 2021 18:40 | Actualizado a 18 agosto 2021 05:30
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El traslado de parte de las líneas de buses interurbanos de la plaza de las Oques hacia la nueva ubicación en la calle Doctor Frias, la denominada Reus Centre, no acaba de contentar del todo a los vecinos de ninguna de las dos zonas. Los primeros piden que la mudanza sea «completa» y que «se lleven allí todas las paradas, también la de la conexión con Salou». En cambio, residentes del entorno de Doctor Frías y el Camí de Riudoms se quejan de que los autocares les han traído más tráfico, atascos, contaminación, dificultad para aparcar, ruidos y mucha gente de paso. Por su parte, la Associació de Veïns de la Plaça de la Cultura de la Pau lamenta que «nadie se puso en contacto con nosotros antes de llevar a cabo el movimiento» pese a que «estas molestias seguramente eran esperables».

En las Oques, la acumulación de vehículos ha disminuido pero los vecinos denuncian que «hay chóferes que siguen dejando a los pasajeros aquí para evitar las colas que se forman en el Passeig Sunyer con los semáforos». Las líneas que mantienen parada en la plaza –que son Castellvell, Salou, Almoster y La Figuera– «continúan siendo conflictivas porque las hay que aprovechan para regular la ruta».

Además, «ahora que hay menos autocares, los coches usan ese espacio vacío para pararse y hacer recados o ir al cajero», detalla una persona que vive en un bloque de las Oques. Algunas de las pancartas que evidenciaban el rechazo a los buses se han retirado, pero «quizá hay que recuperarlas si esto no mejora».

Reclaman una zona verde

Entre los que tienen su casa más cerca de Reus Centre, en el Camí de Riudoms, las sensaciones tampoco son demasiado positivas. Joanna Lesniewska, una de las vecinas, explica que «lo que más me molesta es la gente pasando y los gritos, y la contaminación, no los buses». Admite que «es buena idea trasladar las paradas porque las Oques estaba congestionada», pero dice que «no estaría mal que hubiera Guàrdia Urbana aquí controlando unos días, sobre todo de noche». Marisol González también vive allí y ya ha notado que «hay mucho tráfico y cuesta aparcar». «Esto tiene que ser una zona verde y eso es lo que nos gustaría», añade. Así lo contempla, de hecho, el POUM.

En un sentido similar habla Antonio San Juan, otro vecino, que es consciente de que «no está mal sacar las líneas de las Oques», pero critica que Reus Centre «nos ha quitado plazas de párquing y aquí hacen falta; en octubre o noviembre, esto estará a tope». La reordenación de la circulación, sin el Escorxador, «me costó», dice. El embotellamiento en el Passeig Sunyer y los cláxons son el principal problema para Joan Pujol, que constata que «el semáforo dura seis o siete segundos, es imposible pasar, hay atascos», y que «ahora se ve mucho movimiento de gente intentando aparcar». «Las paradas habrían estado mejor donde el Parc dels Capellans, que no cae lejos», concluye. Por su parte, Ana Mari Jiménez indica que «soy usuaria y tener el bus delante de casa es genial para mí». «Aquí hay más espacio y me iría perfecto que trajesen la línea de Salou», sostiene.

Tal como avanzan fuentes municipales, desde el lunes funcionan dos cámaras en los semáforos de Doctor Frias y Passeig Sunyer: una detecta colas de vehículos y pone el ámbar, y la otra identifica buses en espera y les da paso. La Associació de Veïns de la Plaça de la Pau, presidida por Víctor Muñoz, apunta que «quizá podríamos haber hecho aportaciones, pero nadie nos preguntó antes de traer las paradas, y la inversión y la obra ya están hechas».

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