Recuerdo del Reus previo a las grandes superficies

Crónica. Botigues al Carrer arrancó ayer su 38.ª edición. La campaña de El Tomb de Reus con la Unió de Botiguers cuenta con un centenar de participantes 

29 agosto 2019 08:42 | Actualizado a 29 agosto 2019 08:55
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De buena mañana, en el centro de Reus, se respiraba un aire de día especial. Los que somos RTV (Reus de toda la vida) esperamos con cierta ilusión la llegada de las Botigues al Carrer. Ya seas de los que había anotado la fecha para comprar la ganga comercial reservada, de los que odia las aglomeraciones o de los que no compra hasta que al jersey le sale un agujero. Una pequeña parte de cada reusense saca pecho al ver las calles de su ciudad cargadas de colores, saludos amigables e un ir y venir de gente. En algunas ocasiones, también, algún que otro enganche por aquella talla de zapato de la que solo quedaba un par. Porque ayer Reus se volvía a vestir de gala con una de sus campañas comerciales más identificables, que alcanza ya, la 38 edición.

Les Botigues al Carrer cuenta con más de un centenar de establecimientos que, como cada año, desde ayer 28 agosto, hasta este sábado día 30, sacan sus productos a la calle para ofrecer el remate final a las rebajas de verano. Descuentos de hasta el 50% en un desfile de paradas que impregnan las calles de un espíritu comercial como los de antes, con las calles llenas murmullos, manos removiendo y ojos a los que les pica la curiosidad.

En su primer día, los globos azules corporativos y las bolsas de cartón con el logo de el Tomb de Reus se despacharon desde primera hora y reposaban, al anochecer, por las terrazas las plazas de la ciudad. Los dependientes, y algún que otro perro, apreciaban cada pequeña zona de sombra huyendo del sol y el sofoco y los más pequeños se escondían entre las chaquetas ordenadas de los percheros.

Les Botigues al Carrer expandió la actividad social por el arrabal Santa Anna, la calle Llovera, la Monterols, el arrabal de Jesús y la calle tocaya, la calle de la Galera y de les Galanes, en fin, el centro, que recordaba aquel Reus tan Reus previo a las grandes superficies.

Joana Pérez vive esta edición de forma especial. Es el último año que la tienda ‘Reus, París, Londres’ participa a Botigues al Carrer. «Es muy bonito, la venta en la calle es muy de cultura mediterránea», describe la empresaria con un poco de emoción «las calles se llenan de vida y nosotros lo cogemos con ganas». Su tienda abrirá próximamente en La Fira, donde no podrá repetir la «magia» de esta experiencia.

A media tarde, las ventas van a buen ritmo. «La verdad es que esta campaña ayuda mucho a la comercialización, nosotros que estamos casi solos en el arrabal de Santa Anna lo notamos, ¡imagínate si hubiera más tiendas!» dice Roger Moix, de Santi Per. En su calle, es de los pocos que ha sacado los productos a pie de acera. En el día de ayer tuvo más clientes que durante las últimas semanas de rebajas «la gente se olvida de las rebajas de verano. Esto sí es un buen reclamo. Es visual y a la gente le llama la atención. Se acerca, mira, pregunta...» Para Moix, «si les Botigues al carrer duraran una semana, mucho mejor» ya que «reactivan el comercio».

La calle de les Galanes es una de las más beneficiadas por su ubicación. Cercana a la Mercadal los edificios le sirven como toldos para evitar el sol en la vía que se estrecha con las gran suma de paradas. 

Se está a gusto y las tiendas tienen rebajas a mitad de precio. Es una de las calles más plurales: zapatos, ropa interior, outlets, una tienda de fotografía, productos catalanes... «Iba a buscar el pan y he acabado cargado con ropa nueva para el niño y un par de calcetines para mí», dice Joan, que paseaba con su hijo.

Y es que como resume Alfred Pitarch, de Unió de Botiguers, «Les Botigues al carrer tienen esto. Aunque no quieras ir a comprar, la escenografía crea curiosidad y te paras».

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