Rehabilitan pisos de uso comercial del centro de Reus para viviendas

En los últimos dos años se han reformado siete inmuebles para que tengan un uso residencial pero manteniendo las tiendas. El número de personas que vive en el centro de la ciudad viene aumentado desde el año 2014

11 abril 2019 07:46 | Actualizado a 12 abril 2019 08:05
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Vivir en el centro de la ciudad vuelve a ser una opción para los reusenses. De hecho, el número de ciudadanos que escogen esta opción no ha dejado de crecer en los últimos años. Un buen indicador son las 44 licencias de rehabilitación de inmuebles que ha concedido el Ayuntamiento de Reus desde el año 2014 (13 licencias sólo de 2011 a 2013). 

El caso más paradigmático es el que se está dando en las calles Llovera y Monterols. El principal eje comercial de la capital del Baix Camp se ha transformado, también, en una solicitada zona residencial. Sin ir más lejos, y según datos facilitados por el consistorio, en los últimos años se han reformado las plantas superiores para uso residencial de siete inmuebles. En su mayoría eran pisos deshabitados o que actuaban como almacén vinculados a las tiendas de la planta baja. El concejal de Urbanisme, Marc Arza, explica que en algunos casos  se han habilitado los accesos en las calles posteriores, sobre todo en el caso de Monterols, para no penalizar el uso comercial de los bajos. 

«El aumento de licencias concedidas es también un síntoma de recuperación económica y dinamismo», manifiesta Arza, quien también añade que entre ellos se encuentran edificios catalogados y de alto valor patrimonial. Otros beneficios para la ciudad apuntados desde Urbanisme son la implantación de un modelo sostenible y que potencia otras actividades económicas como la restauración. Más allá del eje Llovera-Monterols, varias de las actuaciones de reforma también se han llevado a cabo en los arrabales o en calles como Sant Joan, Santa Anna o plaza de La Sang.

Sandra Carmona es una joven de 26 años que lleva un año viviendo sola en un edificio antiguo del arrabal Santa Anna que fue rehabilitado hace un tiempo. En su caso, reside en la planta superior y paga un alquiler mensual de 400€, que considera razonable después de inspeccionar el mercado. Sandra explica que irse a vivir al centro fue una de las mejores decisiones que ha tomado. «Es muy práctico y lo recomiendo al cien por cien porque facilita moverse a pie por la ciudad o quedar con los amigos». 

No obstante, también reconoce que hay aspectos menos positivos. Sobre todo en los casos de las familias con niños, ya que apenas hay supermercados y porque las plazas de parking escasean y, además, son más caras que en otros puntos de la ciudad. Las rehabilitaciones de viviendas son uno de los principales focos de trabajo que tienen en la actualidad los constructores que hay en la ciudad. Así lo confirman desde el propio Gremi de la Construcció del Baix Camp. No obstante, el sector privado en Reus también empieza a trabajar en varios proyectos urbanísticos e inmobiliarios de nueva construcción y de un gran calado en zonas de nuevo crecimiento. 

Entre estos están la intervención que se lleva acabo en la zona del entorno del centro cívico Ponent, en la avenida Països Catalans y conocido como la zona de la antigua ‘La Coromina Industrial’; la intervención proyectada en la zona de Mas Mayner, en la avenida 11 de Setembre, o la que hace referencia a la también antigua fábrica de Mas Magrané, en la Forn del Soto en la calle Roser, cerca de la avenida Marià Fortuny. 
Tampoco hay que olvidar que la ciudad volvió a ganar población el año pasado recuperando los 105.000 habitantes, cifra que no sumaba desde el año 2013. Un incremento del padrón que se produce tanto en los ciudadanos autóctonos como en los extranjeros. 

Mejorar la promoción

Jordi Cabré es gerente de Cabré Group y ocupa el cargo de vicepresidente del Gremi de la Construcció del Baix Camp. Desde sus oficinas explica que, a pesar del buen momento que vive en estos momentos la rehabilitación de viviendas en el centro de la ciudad, se trata de una práctica que no cuenta con una tendencia muy marcada y que oscila en el tiempo. 

Sin ir más lejos, señala que, en la actualidad, la reforma privada en Reus estaría en consonancia con la obra de nueva construcción que se viene realizando estos últimos años. En este sentido, también pide un esfuerzo mayor por parte de las administraciones públicas a la hora de promocionar e incentivar económicamente este tipo de actuaciones porque, manifiesta, «todavía se puede hacer mucho más». En el caso de la capital del Baix Camp, por ejemplo, expone la posibilidad de aprovechar la atracción cultural y el cliente extranjero para impulsar campañas vinculadas con las reformas de edificios en la zona del centro y más allá de los arrabales.   

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