Relatos que atrapan

Sumergirse en una historia fascinante, formar parte de sus personajes, sentir sus alegrías y su dolor, compartir o no sus sentimientos. Abstraerse entre las páginas de un libro hasta el punto de hacer desaparecer el paisaje más bello del mundo.

Durante una década, el escritor y fotógrafo reusense Jordi Folck ha captado con su cámara y también con su móvil a lectores atrapados en los relatos en las situaciones más diversas, algunas inverosímiles, fotografías que hasta el día 10 de este mes se pueden observar en la exposición Tot el món llegeix... I tu?, en la Llibreria de la Imatge, en Barcelona (calle Sepúlveda, 87). Se trata de una muestra itinerante que ha pasado ya por Lleida, Reus o Sitges, y que sigue su curso por centros cívicos y bibliotecas. A modo de voyeur literario, este reusense atisba a los ávidos lectores para posteriormente redescubrirlos en su laboratorio donde positiva muchas de las fotografías. «Nunca les interrumpo para no romperles ese momento», sostiene.

Sus protagonistas son personas anónimas de medio mundo, desde Barcelona a Croacia, Italia o Inglaterra, Colombia, Sarajevo o Perú, con el único denominador común de que tenían en sus manos una edición de papel. Eso, y que se trataba de una novela. «Soy un enamorado del libro en formato tradicional porque afecta prácticamente a los cinco sentidos, cosa que con el ebook no te ocurre», comenta Folck, que también es profesor universitario de creatividad. «Y en cualquier caso -añade-, si alguien tenía una tableta, no podía saber si leía o estaba en las redes sociales».

¿Cómo sabía entonces que era una novela? «Porque en paisajes tan espectaculares como puede ser la montaña Huayna Picchu, la persona está tan enganchada a la lectura que no mira. No puede tratarse más que de una novela», asegura Folck.

«El tacto, el olor cuando lo abres, sobre todo si es nuevo, la melodía del pasar página... Me encanta», revela este dramaturgo y novelista prolífico que le pone todo su amor a sus obras dirigidas, en su mayor parte, al público infantil y juvenil. Folck lo tiene claro. «Con algunas excepciones, para mí el ebook es un contenedor de basura. Sin embargo, hay material que no se publica en editoriales como tesis doctorales, tratados o ensayos, que por suerte encuentran en el digital una salida pública, pero se hace muy difícil separar el grano de la paja». Son palabras de editor ya que el reusense es el responsable de Veus Públiques Edicions. «Se trata de una editorial muy pequeña. Alguna vez he recibido algún original de Tarragona o Reus que, tras leérmelos, los descartaba y luego estos mismos libros los veía por ejemplo, en la biblioteca de Reus. Ejemplares que había rechazado porque tenían errores brutales, gramaticales y de sintaxis. Y no hubo nadie que dijera que había que escribir mejor», apunta.

Pero, ¿qué atrapa a Folck? «La novela victoriana, gótica, de suspense y de terror. Me gusta descubrir cosas nuevas», relata. «Me atrapa Charles Dickens y, sobre todo, busco la belleza de los libros por encima de la acción. Como dijo Vladimir Nabokov, una buena novela debe ser una patada en la columna vertebral, es decir, que te haga daño un tiempo. Por ello, busco historias que me persigan. Si no te aportan nada, entonces no vale la pena leerlas».

Comprometido con llevar esta buena literatura hasta los más jóvenes, Folck visita unos 70 centros escolares del territorio cada año. Estudiantes que se adueñan de su corazón cuando le transmiten que ha conseguido hacerles llorar. «Que un libro, solo con las palabras sea capaz de emocionar, es maravilloso. Es la fuerza de la literatura, lo que una novela tiene que tener, que te sobrecoja y te bloquee los sentidos», concluye.