Los eruditos de los castells dirán en el futuro si la lona con el "pilar de quatre" de Els Xiquets de Reus que se desplegó este domingo, vigilia de la fiesta mayor de Sant Pere en la plaza del Mercadal, se debe considerar como pilar completado y sumado a los anteriores o bien debe entenderse como un paréntesis tradicional marcado por las restricciones impuestas en la lucha contra el coronavirus.
Decidan lo que decidan los expertos en la matreria, Els Xiquets de Reus habían levantado expectación en las últimas horas sobre qué pasaría en la plaza del Mercadal en el momento de culminar su salida en los actos previos a la fiesta mayor reusense.
La gente ha ido acompañando el séquito casteller hasta la plaza y allí, con las grallas y los tambores en su apogeo, se ha desplegado la pancarta con el pilar de quatro cubriendo el edificio de la juguetería Tomàs Barberá, bloque situado a pocos metros de la sede consistorial.
La emoción y la originalidad han merecido el reconocimiento de los reusenses que se han personado en el recorrido y en la plaza y han dejado en segundo lugar las opiniones de si la pancarta ha sido suficiente en una fiesta marcada por las restricciones sanitarias o si el acto original ha superado todas las trabas provocadas por la crisis sanitaria del país.
Aplausos, mascarillas y un aprobado general para el público presente por mantener las distancias de seguridad para evitar cualquier contagio de la pandemia.