Reus: menos delitos, más inseguridad

Los Mossos d’Esquadra dicen que se han reducido los hurtos pero que han aumentado los daños en propiedades

24 noviembre 2018 11:11 | Actualizado a 24 noviembre 2018 11:13
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La percepción de inseguridad en algunos barrios de Reus ha crecido. Los vecinos de zonas de la ciudad como Mare Molas, Carrilet, u Horts de Simó hace tiempo que se sienten intranquilos y que piden más vigilancia policial en ciertos espacios. La poca iluminación en algunas calles, robos puntuales, el supuesto tráfico de drogas, actos vandálicos o actividades incívicas como la reunión de jóvenes para hacer botellón, son algunas de las principales preocupaciones de los reusenses que viven fuera del centro de la ciudad.

Algunos de los vecinos del área de Mare Molas tienen miedo a salir por la calle en las horas que hay menos gente por la calle y, sobre todo, cuando oscurece. De hecho, hace unos días intentaron entrar a robar en la tienda Degusta’m. José Luis, el propietario, explicó al Diari que hace 38 años que da servicio al barrio y que hasta ahora no había tenido ningún problema: le forcejearon la puerta, aunque no pudieron abrirla. María, una vecina que ha vivido 17 años en el barrio, explica que el problema hace años que dura y dice sentirse intranquila por la noche porque «hay poca iluminación». 

María también explica que poco a poco han ido cerrando tiendas y que el barrio antes era muy bonito pero ahora «es de lo peor» de la ciudad.

La percepción de inseguridad entre los vecinos crece si se tiene en cuenta que, además, denuncian que hay tráfico de drogas. Felipe, que hace cuarenta años que vive en el barrio, asegura que en los bloques de pisos del 39 al 55 de la misma calle Mare Molas, hay mucha droga y que el problema se ha agravado por las «sospechosas» actividades que se dan en un local justo delante del Col·legi Maria Rosa Molas en la calle de Sor Lluïsa Estivill. De hecho, algunos vecinos explican que han visto entrar y salir grupos de niños y niñas de 11 a 13 años. Una vecina del bloque de al lado contó que «no se meten con nadie» pero «dan lástima».

Una chica que trabaja en un local del barrio, Yasmina, explica que «hay poca vigilancia policial» y Joaquim, que trabaja en uno de los talleres mecánicos que hay en la zona, añade que hace poco le rompieron el cristal del coche, que tenía aparcado en la calle Monestir de Ripoll.

La dinámica es la misma en el barrio del Carrilet. Los vecinos de esta zona de la ciudad están igual de preocupados por la sensación de inseguridad. Según algunos vecinos que viven cerca de la estación de autobuses, este equipamiento se ha convertido en un foco de robos y también de tráfico de drogas y esta situación «da mala imagen» para la ciudad. Otros vecinos explican que desde que han puesto un campo de ‘futbito’ en el parque Mas d’Iglésies, la cosa ha empeorado porque, además, la policía no está muy presente en el barrio.

El entorno del Mercat del Carrilet también está siendo problemático. Un vecino explica que hace unas noches vio por el balcón de su casa que robaban el teléfono móvil a un joven por la madrugada y que llamó a la policía. El mismo vecino ha sido también, víctima de un suceso. De hecho, lo han sido todos los vecinos del bloque, que durante la madrugada del viernes al sábado pasado encontraron una persona escondida en la entrada del edificio. Les despertó un ruido fuerte y asomándose por la ventana vieron a dos personas huir. Cuando decidieron bajar se encontraron con un individuo que estaba allí escondido y con el cual forcejearon para retenerle, pero antes de que llegara la policía, consiguió escapar. La duda es saber quién era realmente esta persona y lo que le pasó, pero los vecinos deberán cambiar el cristal de la puerta de entrada porque alguien lo rompió a pedradas. 

No obstante, los vecinos sospechan que el hombre, de momento desconocido, consiguió entrar porque tenía la llave del edificio y que podría haber vivido en uno de los pisos del bloque que está ocupado desde hace 8 o 9 años. Los vecinos están desesperados porque se dan peleas constantemente y aunque se ha cortado el suministro de agua y luz, alguna vez hasta han detectado que se ha cocinado haciendo fuego en la cocina.

Horts de Simó
En el barrio Horts de Simó hace tiempo que reclaman más presencia de los cuerpos de seguridad a pie «porque cuando la gente ve una patrulla, huye», explica el presidente de la Asociación de Vecinos, Gustau Duran. Los problemas del barrio, sobre todo en la calle O’Donnell o la Plaça de la Sardana, son el consumo de alcohol, el tráfico de drogas, peleas y la ocupación de viviendas, aunque se han reducido las peleas en la calle.

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