La Guàrdia Urbana de Reus lleva a cabo desde ayer mismo y hasta el domingo 21 de noviembre una campaña intensiva de control y vigilancia de la seguridad del tráfico, en colaboración con el Servei Català de Trànsit y coordinada en todo el ámbito catalán. La campaña se centra en dos tipos de infracciones: las distracciones de los conductores al volante por el uso de teléfonos móviles y el incumplimiento de la obligación de detenerse cuando el semáforo está en rojo.
El cuerpo municipal de policía ha planificado una quincena de controles diarios en diferentes puntos de la ciudad, con el objetivo de identificar a los conductores y recordar a la ciudadanía el peligro que comporta no mantener la atención permanente durante el trayecto al volante, el uso del teléfono móvil mientras se conduce o la falta de respeto a las señales de tráfico.
La utilización de dispositivos de telefonía móvil cuando se está conduciendo aumenta de manera significativa –lo hace, en concreto, entre tres y cuatro veces– el riesgo de sufrir una colisión o un accidente. Estas infracciones se sancionan con una multa económica de 200 euros y la pérdida de 3 puntos al carné de conducir –la utilización del móvil– y 4 puntos –no respetar un semáforo en rojo–.
Estacionar incorrectamente sigue siendo, en Reus, la infracción más multada a nivel de seguridad vial por parte de la Guàrdia Urbana de Reus, ya sea aparcar en zona de carga y descarga sin permiso o sin mostrar el reloj, estacionar en doble fila, en carril de circulación, sobre la acera, delante de un vado o en zona reservada para personas con movilidad reducida. Se sigue esta tendencia, al menos, en los últimos tres años, según se puede consultar en el portal Open Data del Ayuntamiento de Reus, con datos disponibles desde 2018. El año pasado, el número de multas tramitadas fue inferior al de 2019 por el confinamiento.