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Dos piezas dentales y un corte en la mejilla fue el final de una noche de fiesta y aparentemente demasiado alcohol en la sangre. Primero Mossos d'Esquadra y posteriormente la Guàrdia Urbana de Reus intervinieron en dos altercados provocados por una madre y una hija que se habían ido de fiesta el pasado sábado en una discoteca muy conocida de Reus.
La fiesta termino con las heridas en la cara de la madre y un cruce de acusaciones entre estas dos mujeres, el personal de seguridad de la susodicha discoteca y los médicos del hospital Sant Joan de Reus, unas horas más tarde.
La secuencia de los hechos empezó de madrugada. Las dos mujeres, con síntomas de una embriaguez acuciante estaban supuestamente provocando alboroto dentro del local. Los guardias de seguridad, alertados por otros clientes, fueron al interior y sacaron a las dos mujeres, invitándolas a irse del local.
Aquí, la historia tiene dos versiones. La primera habla de que en la extracción de las dos mujeres de la discoteca, la hija intentó golpear a uno de los guardias de seguridad, que esquivó el zapato de tacón y éste alcanzó la cara de su madre, que le provocó un corte en la mejilla y la pérdida de dos piezas dentales.
La versión de las mujeres (Mossos acudió al altercado) es que fueron los propios guardias de seguridad quienes agredieron a las dos mujeres, ocasionándoles heridas, una de ellas la de la cara de la madre.
Una ambulancia del SEM acudió a la discoteca y se llevó a la madre hacia el hospital Sant Joan de Reus, donde le curaron el corte y miraron el golpe en la mandíbula, donde había perdido las dos piezas dentales.
Sin embargo, la mujer herida se encaró con el personal de Urgencias y tuvo que mediar la Guàrdia Urbana de Reus, puesto que la mujer se quejaba de que no la habían atendido correctamente y ni siquiera le habían hecho una radiografía en la mandíbula por si había otra lesión además de la pérdida de los dientes.
