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Las naves municipales situadas en la calle Josep Maria Prous i Vila se tapian. Así lo ordenó el alcalde de Reus Carles Pellicer tras el último episodio vivido en la noche del martes y madrugada del miércoles. El fuego fue intencionado, probablemente por los okupas que estaban allí con intención de calentarse.
Un incendio declarado poco después de las 22 horas calcinó una de las naves y en las otras dos se ubicaron tres okupas, dos hombres y una mujer, que fueron identificados por la Guàrdia Urbana. Solo hubo daños materiales.
El fuego destrozó el interior y evidenció que la estructura de estas naves municipales no era segura. El arquitecto municipal que se desplazó hasta el lugar y observó los riesgos de pernoctación de personas, que se intenta dar una alternativa con Serveis Socials. Sin embargo, se valló el acceso y se esperó al miércoles por la mañana para tener más conocimiento de cómo estaba el inmueble, que junto a otras naves se han abierto varios expedientes urbanísticos.
Los okupas abandonaron el lugar y se avisó a la compañía eléctrica para que evaluara los daños que habían sufrido parte del tendido eléctrico. El fuego se remató durante la madrugada, pero todavía volvieron los bomberos a primera hora del miércoles porque había humo sin llama y requería remojar de nuevo la zona para evitar que pudiera reactivarse el fuego.
La situación de las naves es precaria y siempre ha sido lugar de pernoctación de personas sin techo y okupas. En los últimos años ha habido quejas vecinales y conflictos entre las personas que se resguardaban del frío en estos locales en desuso.
El alcalde y su equipo de gobierno ordenaron ayer tras conocer el incendio y la fragilidad de las naves tapiar los accesos y evitar que un derrumbe pudiera coger a alguien en su interior. Esta mañana, la Guàrdia Urbana de Reus a invitado a marcharse a las personas que estaban dentro y una vez se han vaciado las naves se han tapiado los accesos.
