Reus tiene una librería por cada 20.900 habitantes, todas ellas en el centro de la ciudad

En los barrios reinan los negocios que se complementan con la papelería. El sector, tocado desde hace tiempo, confía en el renamoramiento de la lectura durante el Covid-19

25 junio 2020 07:40 | Actualizado a 25 junio 2020 08:55
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Si de algo ha servido el confinamiento ha sido para redescubrir aquellos ocios abandonados por el ritmo frenético del día a día. La lectura, una vía de escape y de conocimiento del mundo, ha recuperado lectores justo cuando las librerías más lo necesitaban. La fragilidad de estos negocios, sin embargo, venía de antes.

En Reus hay cinco establecimientos que deben la mayor parte de sus ingresos a la venta de libros: la Llibreria Gaudí; la Galatea; la Abacus cooperativa; la Re-read y la Llibreria Araceli. Lo que se traduce a uno por cada 20.874 habitantes. La cifra por si sola es baja, pero si la comparamos con Girona, una población inferior en 3.000 personas, pero con casi más de una decena de establecimientos dedicados al sector, se vuelve alarmante.

«Es una profesión muy romántica. Nos movemos con pocos márgenes de beneficio. Hay mucha rotación editorial y hay que estar al día», se sincera Montsant Fonts, encargada de la Llibreria Gaudí, de la calle de la Galera. Este establecimiento, con 55 años de historia, solamente está separado por una calle con la librería más grande de la capital del Baix Camp: la Galatea, creada en 1987 y ubicada en el Carrer Sant Joan.

Desde la Llibreria Araceli, ubicada en la calle del Vent, en el barrio del Carme, Dolors opina que el porcentaje per cápita es un reflejo de la realidad del sector «ojalá vinieran todos estos 20.000 a comprar. No se lee lo que se debería leer, aunque es verdad que tras el confinamiento han vuelto las ganas». Coincide así con la librería Gaudí, que se ha llenado de esperanza al notar «un reenamoramiento por la lectura y una puesta en valor del sector» tras el Estado de Alarma y un compromiso por parte de sus clientes: «En una época importante como es abril no hemos podido facturar, pero ha habido un interés para ayudarnos y es algo que nos ha animado», añade Fonts.

Por su parte, la ciudadanía se divide al hacer un análisis de la cifra. Por un lado, Ció Muné, gran apasionada de la lectura, apunta que «es baja, pero seguramente mucha gente compra por Internet», y añade que «estoy contenta con la oferta y me gusta venir a comprar a estas librerías». Sin embargo, Elisa Vallvé, estudiante de literatura, opina lo contrario: «Faltan librerías especializadas y darle un toque más moderno, como en el caso de Barcelona, donde también se puede tomar un café y comer».

Aunque estos establecimientos tengan características diferenciales -por ejemplo, la Re-read, instalada en 2017 en la calle del Vent, vende libros de segunda mano- todas tienen un punto en común: están en el centro de la ciudad.

Adaptación en los barrios

Más allá de estas cinco librerías, Reus tiene media docena más de establecimientos dedicados a la lectura. Estamos hablando de negocios que han mutado para ofrecer una oferta más amplia y combinan la venda de libros con la papelería o juguetería. Esta es la opción más común en los barrios de la ciudad, desierta de librerías «puras». Es el ejemplo de la Llibreria Gemma, ubicada en el barrio Fortuny, la librería Anna, del barrio Gaudí o la librería Lluna, en el Mare Moles. Un modelo de negocio que en muchos casos sirve para hacer sobrevivir un sector, amenazado por las ventas online y la llegada de los e-books, cuya venta subió un 50% durante el confinamiento.

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