Reus, un sello comercial que se mantiene

Análisis | Proximidad. El comercio del centro siempre ha superado la 
aparición de nuevas ofertas. Ahora le toca afrontar nuevos retos

18 noviembre 2019 09:50 | Actualizado a 23 noviembre 2019 12:11
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Hace un par de semanas se cumplían cuatro años de la apertura de la Fira Centre Comercial. Aquel ya lejano 2015 –el tiempo nos atropella– introdujo la ciudad en una nueva era comercial. Por primera vez, Reus acogía una gran superficie y ello generó muchas dudas. Sobre todo, referentes al modelo que se quería implantar en la ciudad. Algunos, incluso, vaticinaron el fin del comercio tradicional.

Los augurios sobre el final del sello comercial que tiene Reus se han repetido, y se repiten, de forma casi sistemática. Hace 12 años, los pronósticos ya iban en esta dirección. Incluso parece que mucho antes, cuando en la avenida Marià Fortuny aterrizaba el ahora Carrefour.

Hace ya más de dos décadas el motivo que generó el nerviosismo fue la inauguración del centro comercial y residencial de El Pallol. Su fastuosa inauguración parecía ser el preludio de una alteración en los hábitos de consumo de la ciudad que, finalmente, no llegaron. Es más, como centro comercial, El Pallol nunca ha terminado de dar el salto definitivo esperado. Muchos motivos lo han impedido, tanto coyunturales como propios. El cambio de rumbo de los últimos años, impulsando la segunda planta más al ámbito de la restauración –un modelo más Covent Garden salvando las distancias– parece que están dando buenos resultados.

Al terminar todo este recorrido nos queda una conclusión. Y ésta es que el comercio tradicional, el del centro de la ciudad, continúa siendo un referente que se ha complementado con el resto de ofertas. Esto no esconde que la situación es, quizás, más complicada que nunca. En los últimos tiempos hemos visto como bajan la persiana algunas de las firmas con más solera de la ciudad. O como cierran establecimientos en los arrabales de la ciudad empujados por la crisis económica y, sobre todo, por el imparable incremento de las compras on line.

Son tiempos, no hay duda, en los que el comercio de proximidad de Reus tendrá que reinventarse y remar, como muchos otros sectores, para no perder su liderazgo. De momento, uno de los caminos escogidos gira alrededor de la Àrees de Promoció Econòmica i Urbana (APEU). De hecho, a principios de este mes la directora general de Comerç de la Generalitat, Muntsa Vilalta, impartió una charla en la Cambra de Comerç sobre este modelo público-privado que pretende asemejar el funcionamiento de las zonas comerciales de la ciudad a la de las grandes superficies. Desde El Tomb de Reus hace tiempo que ya trabajan en esta línea.

Otra iniciativa se ha dado ha conocer esta misma semana. Se trata de la ampliación de la zona peatonal por todo el Raval de Santa Anna durante la Navidad. Sus comerciantes, los artífices de la medida, piden más implicación por parte de las administraciones y defienden el «valor patrimonial» que tiene el comercio.

Sobre la primera de las cuestiones, hoy mismo se conocerán los planes que tiene el consistorio sobre la campaña navideña. Mientras que en el segundo caso, me quedo con una imagen que veremos a partir del mes que viene: Grupos de personas fotografiándose frente a los escaparates de las tiendas. Seguramente, muchos de los que paseamos por el centro nos hemos olvidado de la singularidad comercial que siguen guardando las calles Monterols, Llovera o Jesús y la imagen que dan a la ciudad. Y eso lleva décadas manteniéndose sin cambios.

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