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Siurana está de moda. Hace tiempo que esta pedanía de Cornudella (Priorat) tiene problemas para absorber el gran volumen de visitantes que buscan conocer los encantos de uno de los rincones más idílicos de Catalunya. Especialmente en fechas como Semana Santa, los puentes y durante el mes de agosto, el pequeño pueblo de poco más de 20 habitantes se las ve y se las desea para dar cabida a las decenas de vehículos que buscan un lugar donde poder aparcar. Por este motivo, a finales del año pasado se empezó a redactar un plan estratégico por parte del Ayuntamiento de Cornudella que, con la colaboración de la Diputació de Tarragona, pretende acabar con el colapso viario y garantizar la seguridad de los visitantes, preservando a la vez la autenticidad de un lugar único, reduciendo al mínimo el impacto paisajístico.
El proyecto, que podría estar finalizado a finales de este mes, contempla adecuar los dos aparcamientos que ya existen: el de la Plaça del Castell –con una capacidad para unos 40 coches- y el que hace unos años habilitaron los propios vecinos del pueblo –unos 500 metros antes de entrar en el núcleo urbano- y que tiene una capacidad para unos 200 vehículos.
Colapsos puntuales
El plan también prevé dos aparcamientos más en Cornudella: uno para furgonetas y otro para autocares, que a largo plazo podrían complementarse con la puesta en marcha autobuses lanzadera que conectarían con Siurana. «Se trata de acondicionar los aparcamientos que ya existen, también desde un punto de vista medio ambiental, los aparcamientos que ya existen, reduciendo al mínimo el impacto paisajístico», explica al Diari Salvador Salvadó, alcalde de Cornudella. El plan de aparcamientos supone una inversión de 200.000 euros, la mitad de los cuales son aportados por la Diputació de Tarragona a través del Pla d’Actuació Municipal (PAM).
Salvadó reconoce el problema de masificación que vive Siurana, aunque puntualiza que éste se produce en momentos puntuales. «Semana Santa es la época más conflictiva, pero también los puentes y algunos fines de semana de agosto», comenta el alcalde de Cornudella, quien recuerda que «la Semana Santa pasada se puso en marcha un plan piloto para regular el acceso, con un vigilante en una explanada de Cornudella que informaba a los visitantes si el aparcamiento de Siurana estaba lleno, para que se esperasen hasta que hubiese sitio. No hay que olvidar que Siurana tiene un único acceso y que es muy pequeño. Un pueblo como éste, de 26 habitantes, si pasa de las 500 o 600 personas empieza a ser problemático».
Los pocos negocios que hay en Siurana ven con buenos ojos que se esté llevando a cabo un proyecto para acondicionar los aparcamientos. «Es necesario porque actualmente funcionan de forma precaria», explica Pau, del Hotel La Siuranella, quien recuerda que «hace unos años fuimos los propios vecinos los que decidimos gestionar el aparcamiento que hay antes de entrar al pueblo, haciendo un trabajo que le correspondería a las administraciones».
Por su parte, Maria, del Restaurant Siurana, comenta que «cuando más se colapsa todo, además de Semana Santa, es de agosto a diciembre. Hay veces que estamos al límite de capacidad, pero como en otros lugares de Catalunya que también son muy visitados».
