Los trabajadores que llevan a cabo la segunda fase de remodelación de la plaza de Catalunya de Reus han talado este lunes los pinos que estos pasados días han desatado la polémica entre los vecinos de la plaza, contrarios a la retirada de los árboles, y el Ayuntamiento de Reus, que ha defendido la actuación por motivos de seguridad.
Cabe recordar que los vecinos de la plaza y el grupo ecologista Gepec anunciaron a mediados de este mes que llevarán el tema ante la Fiscalía, para que ésta estudie el caso ya que consideran que el consistorio reusense ha incurrido en varias irregularidades en la tramitación de las obras y por la falta de información que ha existido en todo el proceso.
Los vecinos acusaban al Ayuntamiento hace unos días de "una gran falta de sensibilidad hacia parte del patrimonio de la ciudad". Además, los residentes ponen en duda la versión municipal porque los pinos nunca han amenazado con caerse por culpa del viento. Esta versión del consistorio asegura que la decisión de talar los árboles se ha adoptado, una vez comenzada la segunda fase de las obras de la plaza, a consecuencia de las conclusiones de un informe elaborado por los servicios técnicos municipales.
Según explicó en su día el concejal de Urbanisme, Marc Arza, el documento concluye que su estabilidad está en riesgo "porque las raíces son demasiado superficiales en una ciudad donde el viento sopla con fuerza".