'Tenemos que abrir el taxi a las nuevas tecnologías'

Vierne de: Los taxistas de Reus insisten en poder entrar al núcleo antiguo las 24 horas del día

- ¿Qué le llevó a aceptar la presidencia de la Agrupació Radio Taxis Reus?

- El anterior presidente, Joaquim Olivé, había decidido dejar el cargo porque llevaba muchos años y tenía ganas de que entrase gente joven al frente de la asociación. Necesitamos avanzar tecnológicamente en el sistema de radio-taxi y Olivé entendía que este proyecto lo podíamos hacer mejor los jóvenes. He formado parte de la junta directiva de la agrupación y me siento con muchas fuerzas de trabajar por el sector. Me lo pensé un poco porque es un cargo que te quita mucho tiempo, pero soy joven y tengo claro que debo luchar por el sector del taxi.

- Habla de luchar… ¿Dónde hay que dedicar más esfuerzos?

- Nos hace falta trabajo. Estamos en una situación bastante precaria. Cuando cogí el taxi hace ocho años hacía una media de 80.000 kilómetros anuales y ahora estoy a la mitad. El problema es que los gastos son los mismos, incluso más caros. Tenemos que empezar a abrirnos a las nuevas tecnologías. Actualmente, en los taxis de Reus funcionamos con radio-emisoras, con un sistema donde el cliente nos llama y vamos a su puerta. Tenemos que empezar a trabajar a través de aplicaciones de Internet, por ejemplo, para que un cliente pueda pedir un taxi a través de una aplicación. Y que llegue el silencio al taxi, algo que ahora no ocurre porque cuando te subes en uno no paras de escuchar la emisora.

- Entonces la emisora tiene los días contados…

- Sí. Nos tenemos que adaptar a un decreto nuevo que salió el 8 de noviembre del año pasado y disponemos de un año para hacerlo. Ese decreto nos dice que las emisoras tienen que desaparecer y queremos hacer una implantación a nivel tecnológico para que nos puedan pasar los despachos a través de una Tablet.

- ¿Habéis notado mucho la crisis económica?

- Muchísimo… Dejar de hacer la mitad de kilómetros es dejar de cobrar la mitad de dinero.

- ¿Y dónde han notado más este descenso de trabajo?

- Pues en la clientela de la ciudad. La gente, si no trabaja y no tiene dinero, lo que menos hará es coger un taxi. Esto ha venido acompañado por un descenso de vuelos en el Aeropuerto de Reus. De tener una base de Ryanair, con hasta 30 vuelos diarios en temporada de verano, hemos pasado a siete vuelos al día en verano e, incluso, a algún invierno con el aeropuerto cerrado. Sacar el taxi cada día al coche te cuesta, como mínimo, 60 euros.

- Teniendo en cuenta que Reus es una ciudad, relativamente, pequeña, ¿Dónde tienen su mercado los taxistas?

- Básicamente en las personas mayores que necesitan ir a los centros médicos y al hospital. Sería un 60% de nuestra clientela. Luego tenemos una parte que es más empresarial, que se hospedan en los hoteles y nosotros los trasladamos a las fábricas, empresas, estación del AVE o Aeropuerto de Barcelona. Después tampoco podemos olvidarnos de la gente joven que sale por la noche y está muy concienciada de que no puede beber si tiene que conducir.

- ¿Entonces les ha beneficiado el ‘boom’ del ocio nocturno?

- Sí, cuando empecé a trabajar hace ocho años, la faena del fin de semana la teníamos a primera hora de la madrugada de gente que se desplazaba hasta Salou o Tarragona, porque en Reus no había nada. En cambio, ahora el trabajo lo tenemos más tarde, de gente que ha venido de marcha a Reus y quiere regresar, por ejemplo, a Tarragona.

- ¿Cuántas licencias de taxi hay actualmente en Reus?

- Cincuenta, pero con treinta coches nos bastaríamos. Piensa que en invierno convocamos turnos de fiesta de 14 coches que estamos dos días sin trabajar.

- ¿Temen que la competencia de los vehículos de alquiler con conductor acabe llegando a Reus, como ocurre en las grandes ciudades?

- Estamos seguros de que estas plataformas acabarán implantándose aquí. Cuando las 3.000 licencias VTC que hay en Catalunya acaben en manos de plataformas como Hubber nos perjudicarán mucho, ya que entrarán en lugares donde nosotros estamos trabajando pero ofertarán algo mejor.