«Trabajamos con precaución pero a gusto»

Alicia Escardó. Esta osteópata del centro Tissulars de Reus destaca que las medidas de seguridad e higiene que tiene que aplicar no condicionan la atención a sus pacientes

23 mayo 2020 07:40 | Actualizado a 23 mayo 2020 07:44
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En sus más de 20 años de experiencia profesional como osteópata, Alicia Escardó nunca había vivido una situación como la actual, provocada por la crisis sanitaria del Covid-19. Tal y como ocurre en el día a día personal y laboral, la pandemia ha condicionado nuestra forma de relacionarnos y de trabajar, y la osteopatía -donde el contacto con el paciente es imprescindible- no ha quedado al margen.

A pesar de todos los cambios de hábitos y rutinas, Alicia -que ejerce en el centro Tissulars de la plaza Llibertat de Reus- normaliza la situación. «Nos hemos habituado sin problemas a los protocolos de seguridad. Hemos espaciado las visitas de los pacientes porque entre una y otra tenemos que limpiar la sala, cambiarnos de ropa, etc. Necesitamos unos 15 minutos en hacer todo esto. Por eso hacemos más horas para tratar a los mismos pacientes que antes», explica esta osteópata, quien no ha dejado de trabajar en ningún momento a pesar del estado de alarma.

El centro Tissulars, donde también hay consulta de psicología y fisioterapia, ha estado siempre abierto para poder atender las urgencias. Alicia Escardó comenta que «los primeros 15 días del estado de alarma se frenó muchísimo la actividad y sólo se hizo alguna videoconferencia del servicio de psicología. Después empezaron las urgencias de fisioterapia y osteopatía y los pacientes necesitaban un justificante».

Sin miedo

Afortunadamente, la situación sanitaria ha mejorado con el paso de las semanas y, en plena fase de desescalada, la actividad en el centro se ha normalizado. Eso sí, siempre bajo unas estrictas medidas higiénicas y de seguridad. Por ejemplo, cuando el paciente llega a la consulta tiene que descalzarse y llevar puesta una mascarilla sin válvula. «¿Si los pacientes nos visitan con miedo? No, porque el que tiene miedo ya no viene y anula su visita. Nuestros pacientes nos conocen y tienen confianza cuando les decimos que pueden venir a la consulta sin miedo porque les garantizamos toda la seguridad posible», asegura Alicia, quien añade que «la mayoría que tenía visita viene y un tanto por ciento muy pequeño ha aplazado su visita. Suele ser gente que no es aguda o tiene factores de riesgo. Incluso a estas personas nosotros somos los primeros que le recomendamos que no vengan ahora».

Limpieza

Los profesionales de Tissulars también aplican a rajatabla un protocolo interno de seguridad y limpieza para prevenir posibles contagios del coronavirus. En este sentido, la osteópata detalla que «toda la ropa de trabajo la limpiamos con sanitol y a más de 60 grados. La toalla que utiliza el paciente y nuestra ropa es limpia para cada paciente. Utilizamos mascarillas FPP2 y en algunos casos, cuando tenemos que trabajar demasiado cerca de la cara de la persona, también pantalla protectora. Guantes no porque optamos por una buena limpieza de manos».

Para poder atender al máximo de pacientes posibles, Alicia ha tenido que variar ligeramente su manera de organizar su agenda de trabajo. Y, algo importante, lo está haciendo pensando en que esta situación puede alargarse todavía mucho tiempo. De hecho, la osteópata del centro Tissulars asegura que «hemos organizado nuestra agenda pensando en que seguiremos con esta dinámica durante bastante tiempo. Calculamos que como mínimo tendremos que estar un año siguiendo estos protocolos».

No obstante, el trabajo se desarrolla en un buen ambiente y con las máximas garantías de seguridad, tanto para los profesionales como para los pacientes. Por este motivo, Alicia Escardó insiste en que «trabajamos a gusto. Te acostumbras a la situación y no notas que llevas la mascarilla puesta. A pesar de todas las medidas preventivas podemos desarrollar nuestro trabajo como siempre. Con precaución, pero ofrecemos el mismo servicio y con la tranquilidad de que podemos hacer el trabajo bien hecho».

La irrupción de la pandemia del Covid-19 también ha condicionado un poco el tipo de visitas que recibe esta osteópata. Al margen de los pacientes de siempre, Alicia también ha notado «una alta demanda de sanitarios, sobre todo durante el periodo que estuvimos de urgencias. Por ejemplo, enfermeras que estaban en primera línea y que venían agotadas, con problemas de espalda, enganchadas. También tuvimos muchos pacientes postquirúrgicos que se encontraron sus mutuas o fisioterapeutas cerrados».

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