Un bar de Reus con esencia motera

C. V.

Jordi Martínez y Noelia Ríos decidieron emprender en julio del año pasado y quisieron hacerlo con un bar-cafetería de lo más peculiar. «Yo provenía del sector de la hostelería y él del transporte y la logística. Nos quisimos reinventar y vimos que en la ciudad no había ningún sitio ambientado en este campo. Decidimos que el aliciente de Moto Sport Café seria la esencia motera. Venimos de este mundo y queríamos hacerlo evidente, ya fuera mediante la decoración inspirada en banderas de salida y pequeñas réplicas de motos u ofreciendo la emisión de las carreras del mundial de motociclismo por televisión», explica Noelia de Moto Sport Café de Reus. Muchos de los cuadros que tienen en la pared enmarcados son de amigos suyos con sus motos. Además, hay clientes que también les traen objetos de decoración para que Moto Sport Café luzca mucho más. La predilección por las motos les viene a cada uno desde bien jóvenes. De hecho, «gracias a las motos nos conocimos». Por su parte, Jordi recuerda que«cuando era más joven, hice mis pinitos en el campo de la hostelería, pero en lo que no podía recordar me ayudó Noelia».

La gente se va animando cada vez más. «Este año el Mundial, que ha empezado hace ya dos carreras, deja unos domingos que crecen en multitud», prosigue él. Aun así, aunque el local de la calle Gaudí se distinga por estar centrado en este extenso mundo, Jordi confirma que «no nos cerramos a ningún tipo de público. Aquí vienen familias y grupos de amigos que pueden no gustarle las motos». Es además un establecimiento en el que se reúnen dos tipos de aficiones: la de la moto y la del hockey patines. «Nuestra proximidad con el Reus Deportiu hace que seamos un lugar en el que recibimos a mucha gente aficionada», describe Jordi. Las banderas que lucen en las paredes de Moto Sport Café así lo confirman.

Y es que tal y como dice él, «sin querer nos hemos convertido en el bar del club».


‘La moto no tiene edad’
Noelia explica que respecto al público aficionado a las carreras de motos, hay mucha juventud pero que como completa Jordi «la moto no tiene edad». Por eso, al local vienen incluso familias a disfrutar de este deporte.

Y dejando a un lado motos y aficiones, el local también se fija objetivos con el tema de almuerzos, infusiones y cafés. «Poco a poco, hemos visto que los tés se van consumiendo más y hay muchísima más cultura que hace unos años. Por eso, hemos puesto a la disposición de los clientes una amplia carta de infusiones», detalla Noelia. Por las mañanas se dedican a preparar la repostería con todo lo que son cruasanes normales y rellenos.

Por lo que atañe a la afluencia de público, Jordi corrobora que el que tenían los propietarios anteriores, que comenzaron a estar operativos en 2012, ha seguido viniendo. «Con lo cual continuamos con una clientela leal. Creemos que la ubicación juega mucho a nuestro favor, viene de paso», concluye Jordi Martínez.