Un edificio de la calle Monterols de Reus se hunde sin causar heridos

El inmueble estaba en obras pero ayer por la tarde no trabajaba nadie. Se activó un fuerte dispositivo de emergencia que cortó el centro y generó una gran expectación

27 abril 2018 20:56 | Actualizado a 28 abril 2018 10:09
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La tarde comercial de ayer en Reus se vio alterada tras derrumbarse por completo el interior del número 30 de la calle Monterols por causas que se están investigando. En el momento del incidente no se encontraba nadie en el interior del edificio, que se estaba rehabilitando, por lo que no se tuvieron que lamentar daños personales y todo quedó en un susto. El derrumbe afectó todas las plantas del edificio, aunque la fachada se mantiene intacta.

En el momento del incidente, las calles estaban repletas de gente por lo que los cuerpos de seguridad y los servicios de emergencia desplegaron un impresionante dispositivo para actuar en caso de consecuencias graves. Se cortaron los accesos a la calle para garantizar la seguridad de los viandantes. 

Y es que, por aquel entonces, se desconocía si el suceso había afectado a los edificios colindantes o a la misma fachada del número 30, que seguía impertérrita tras el derrumbe. Según confirmó posteriormente el jefe de guardia de los Bombers de la Generalitat, Guillem Guinjoan, los técnicos aseguraban que el derrumbe no causó daños estructurales en los edificios del lado.

Los hechos ocurrieron exactamente a las 17:25h de la tarde. En ese momento, según cuentan los testigos con los que habló el Diari, empezó a oírse un fuerte estruendo en el corazón de la calle Monterols. Decían los vecinos que el sonido fue in crescendo, hasta convertirse en atronador.

Al ruido lo siguió una densa humareda blanca que surgía del inmueble afectado y que empezó a dar pistas a los testigos de lo que había ocurrido. El tejado del inmueble se había desplomado y había arrastrado los cuatro pisos del edificio. Sólo la fachada quedó en pie. 

Cuentan los testigos que, rápidamente, empezaron a llamar al 112 para dar la alerta, mientras que no dejaban de preguntar en voz alta si había algún herido. «Con la humareda, pensábamos que el edificio se había desplomado sobre la calle», decía ayer una de las trabajadoras de Rituals, una tienda situada justo al lado del edificio derrumbado. 

Edificio en obras

El inmueble afectado es el que albergaba, hasta hace un par de años, la tienda de ropa Pull&Bear. Según pudo saber el Diari, en el edificio hacía semanas que se estaban llevando a cabo obras de rehabilitación, pero en el momento de los hechos no había nadie en su interior. Los trabajadores terminaron su jornada laboral a las 15.00h y eso les salvó la vida. 

A los pocos minutos, por las características de lo ocurrido, la Guàrdia Urbana, los Mossos d’Esquadra, los Bombers de la Generalitat i el Sistema d’Emergències Mèdiques, desplegaron un espectacular número de efectivos. El cuerpo de bomberos activó todas las unidades del parque de Reus e incluso llegaron vehículos de Cambrils y Tarragona. Había más en camino, pero se redirigieron cuando se observó que no se requería su presencia. 

Mossos y Guàrdia Urbana acordonaron por completo los accesos a la calle Monterols y se cortó el tráfico en el centro. La decena de agentes de la policia desplegados se encargaron de desalojar la calle, también a los trabajadores de los locales que aseguraban que tuvieron «que dejar la caja registradora abierta», y que no pudieron «regresar para cerrar el local» hasta que se les permitió, un par de horas después.  

En ambos extremos de la calle Monterols se situaron los curiosos y los vecinos de la zona, que no podían acceder a sus viviendas ni a sus negocios. 

Afectaciones visibles

El derrumbe no afectó a la estructura del resto de edificios de la calle, según el arquitecto municipal, lo que no provocó el desalojo de ninguno de los vecinos. Sí que obligó a cerrar, temporalmente, el acceso al número 28, dónde hay una tienda de ópticas. 

Marc Arza, concejal de Urbanismo, explicó que «hay un tabique en el piso superior del edificio derrumbado que podría desprenderse encima del edificio anexo». Por precaución, los técnicos municipales aconsejaron derribar el tabique de forma controlada. 

La policía reabrió la calle Monterols al anochecer, pero se colocaron vallas alrededor del edificio afectado para impedir a los peatones acercarse. Se espera que la zona vuelva a la normalidad cuando se haya retirado la runa del interior del edificio y se haya asegurado la situación. Según Arza, «podríamos tardar aún algunos días».

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