Un grupo de dentistas de Reus se une ante el auge de las clínicas 'low cost'

Reus no es ninguna excepción y también está viviendo desde hace unos años un ‘boom’ de implantación de clínicas dentales, especialmente en las plantas bajas de locales muy céntricos de la ciudad donde algunas cadenas aprovechan para abrir su negocio. Un grupo de dentistas de la ciudad, formado por una veintena de profesionales, ha empezado a moverse ante el riesgo que ellos consideran que supone el modelo ‘low cost’ de clínicas dentales.

Pascual Roche, que desde hace 30 años dirige una clínica dental en la plaza de Prim, es uno de los dentistas (en su caso médico estomatólogo) que más se está moviendo en contra de la extensión de unas cadenas que han reventado el mercado con unos precios extremadamente competitivos. Roche pone en contexto esta problemática asegurando que «debemos partir de la base que en la actualidad existe una gran plétora profesional de dentistas. Mientras que la OMS recomienda un dentista por cada 3.500 habitantes, en España estamos ahora en uno por cada 1.476».

Esto desemboca, según Pascual Roche, en que «hay paro en el sector y contratos muy precarios. O lo que es lo mismo: mano de obra dental muy barata». Es aquí donde las cadenas de clínicas dentales entrarían a jugar. Roche pone el ejemplo de Dentix, que hace unos meses abrió una clínica en unos bajos de la plaza de Prim. «Basan su negocio en el precio. Para ellos la salud bucodental es un negocio más, algo lícito, pero que consiguen gracias a financiar mucho y a una publicidad engañosa, ya que ponen un precio inicial muy atractivo, pero que después no se cumple», asegura este médico estomatólogo, quien añade que «en cambio, no les interesa la prevención, ni los niños, ni la endodoncia, porque no se gana dinero». Pascual Roche focaliza en la figura del director comercial el eje principal de estas cadenas. «Es su pilar, ya que lo que más valoran es la capacidad de vender y eso no lo dejan en manos de un dentista. El dentista está en un segundo plano y se limita a ejecutar órdenes. El planteamiento de un tratamiento lo idea un comercial y el dentista, normalmente recién licenciados, tiene que ejecutarlo pero sin tener el tiempo y los medios que le han enseñado en la Facultad».

Todo ello puede desembocar en una mala praxis, porque «lo barato puede acabar siendo muy perjudicial. Un implante mal puesto, puede destrozar una boca para toda la vida», advierte Roche.

Ante esta situación, este grupo de dentistas se ha unido para empezar a actuar. «De momento hemos distribuido por la ciudad carteles de la campaña ‘No piquis’ que el Col·legi d’Odontòlegs de Catalunya tuvo en marcha hace unos meses y que acabó en abril. También tenemos previsto sufragarnos alguna campaña más para promover hábitos de salud bucodental y advertir de la publicidad engañosa».

Por su parte, la presidenta del Col·legi d’Odontòlegs de Catalunya en Tarragona, Montserrat Márquez, reconoce que «nos preocupa la mala información y la publicidad engañosa. Desde el colegio nos hemos marcado el objetivo de informar a la población de la necesidad de valorar los tratamientos odontológicos». Márquez añade que «podemos hacer que un producto tenga un coste menor optimizando recursos, haciendo grupos de compras, etc. Pero nunca bajando la calidad de la atención personal y profesional, ni la calidad de los materiales. Esta bajada de precios tiene un límite y hoy en día se ofrecen tratamientos por debajo de este límite». El Diari contactó con la cadena de clínicas Dentix para conocer su opinión y defenderse de estas críticas, pero rehusó hacer ninguna declaración.