Un instituto reusense lleva a Senegal las claves de la agricultura ecológica

Cuatro alumnos del Institut d’Horticultura i Jardineria viajarán a �frica para ayudar a los habitantes de un poblado a mejorar el cultivo del pimiento. Allí lo utilizan como condimento |

19 mayo 2017 16:02 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:14
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«Queremos implicarnos. Hacer algo que vaya más allá de las clases. Formar parte de un todo». Con esta frase ilustra Helena Ríos lo que supone para ella poder ayudar a los colectivos más desfavorecidos con el Projecte d’Educació per al Desenvolupament i la Cooperació Internacional que impulsa el centro donde estudia, el Institut d’Horticultura i Jardineria de Reus. Ella y tres estudiantes más –Rafa Rubio, Marina Martín y Marta Musté- llevan meses trabajando en algo que culminará antes de que acabe el año, cuando viajarán a Senegal para desarrollar un proyecto agrícola. Marina y Helena lo harán en julio. Rafa y Marta, en noviembre.

Su tarea será ayudar a a los habitantes de una zona rural ubicada cerca de la frontera con Mali a mejorar el cultivo del pimiento. Allí lo utilizan como condimento. Y los jóvenes estudiantes del centro reusense les enseñarán herramientas para lograrlo, fomentando la educación hacia un modelo de agricultura más sostenible y ecológico.

Se incorporarán a la expedición de la ONG Fallou (con sede en L’Hospitalet de Llobregat), con quien el centro trabaja de forma estrecha en el desarrollo de acciones de cooperación. En el equipo de cooperantes con el que viajarán los cuatro estudiantes habrá también médicos, enfermeras o maestros, entre otros.


Premio Vicente Ferrer
El proyecto arrancó hace dos años. Incluso les llevó a ser premiados en la VIII edición del Premio Nacional de Educación para el Desarrollo Vicente Ferrer. En la primera ocasión colaboraron sin viajar a �frica. El pasado curso se desplazaron hasta allí dos estudiantes. Este año, son cuatro. Y hasta ahora, todos los inputs recibidos son más que positivos. Así lo afirma el profesor que coordina este proyecto, Francesc Piñol, quien subraya la importancia de que unos y otros vayan dando continuidad a las acciones desarrolladas.

Lograron que los alumnos pudieran viajar con el impulso de un sistema de becas que les permite hacer prácticas de cooperación internacional en el tercer mundo. Están financiadas entre la ONG y el centro. «Faillou plantea las necesidades y nosotros intentamos darles respuesta», explica Piñol. Sus cuatro pilares son la ética, el voluntariado, la educación y la solidaridad.

Rafa confiesa que «supone mucho trabajo, pero lo hacemos con unas ganas inmensas». Y es que se trata de un proyecto transversal que va más allá del viaje a �frica. Ya desde Reus, realizan campañas de sensibilización y colaboran con entidades sociales de ámbito local de ayuda a colectivos desfavorecidos. Un hecho que va muy ligado a otro de sus proyectos ya consolidados, su pequeño mercado llamado El Rebost de Bellissens.

Estos días, de hecho, los alumnos han estado presentes en el Espai de l’Estudiant de Valls para promocionar las distintas acciones. «También preparamos carteles y trípticos para fomentar el sistema de cultivo ecológico, y trabajamos para implantar un sistema de compostaje en la zona», explica Marina, mientras ultiman los preparativos para una exposición sobre los refugiados. Todos ellos subrayan la importancia de implicar a toda la comunidad educativa y de trabajar en equipo.

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