Un reusense, acusado de una estafa piramidal de 20 millones

Pedro Fort atrajo a 150.000 inversores de 15 países prometiendo altísimas rentabilidades

09 noviembre 2017 08:24 | Actualizado a 09 noviembre 2017 08:32
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La Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, en sus siglas en inglés) ha presentado una querella en los tribunales de Florida contra el reusense Pedro Fort como responsable de una gigantesca trama piramidal en internet que ha estafado 20 millones de euros a 150.000 personas. Así lo aseguraba El País en su edición de ayer y añadía que la trama orquestada por Fort ofrecía rentabilidades de hasta el 120% en solo dos meses (el 2% diario). 

Fue en 2006 cuando Fort, dueño de la empresa piramidal Fort Ad Pays, huyó de España con destino a Colombia tras cometer numerosos fraudes en la provincia de Tarragona.

Precisamente, dos años antes -en 2004- había abandonado su trabajo en La Caixa tras cometer graves irregularidades en una oficina y se dispuso a iniciar una nueva vida con dos empresas dedicadas a la construcción. Estas empresas eran Construcciones Masafort e Inversiones y Proyectos Fort. El primer socio de Fort en una de ellas, creada en verano de 2004 para levantar un edificio con 10 viviendas con garaje en Deltebre, no tardó en enfrentarse  a él y tras un año de tensas relaciones interpuso una querella por apropiación indebida, entre otros delitos. Pese a toda, el socio de Fort se empeñó en acabar el edificio, acabando arruinado.

En la otra empresa, Fort inició la construcción de tres viviendas unifamiliares en el municipio de  Pratdip. El resultado final fue el mismo que el anterior: tres estructuras de muros de ladrillo y sin techo que llevan años abandonadas.

Tensiones familiares

Sus actividades empresariales acabarían por pasarle factura en el ámbito familiar. El País recuerda que en abril de 2006, Fort dejó de pagar la parte que necesitaba su padre -cuya pensión no alcanzaba-  para llegar a los 1.300 euros mensuales que costaba la residencia en la que este vivía en una localidad de la provincia. Una responsable  de la propia residencia señala que «en un año nos causó un agujero de casi 8.000 euros».

La residencia reclamó entonces por la vía civil los casi 7.820 euros de deuda de Fort, pero este fue ‘declarado en rebeldía’, según consta en la sentencia del caso. El padre de Fort falleció en 2009 con su hijo huido y el caso abierto.

Sin embargo, fue detenido en 2008 en su primer -y durante muchos años único- regreso a España. La Policía Nacional lo arrestó en el aeropuerto de Barajas por la querella abierta contra él. Pasó un par de días en el calabozo, hasta que el juez lo dejó en libertad con cargos. Volvió a huir de España y su rastro se perdió durante años. Hasta resurgir en 2014 (siempre a través de internet) como el experto de publicidad ‘online’ que puso en pie Fort Ad Pays y otros negocios piramidales como The Business Shop y Enkaizen.

Rentabilidad del 120%

La trama actual, destapada hace año y medio por El País y compuesta por tres esquemas piramidales -el más conocido de los cuales era Fort Ad Pays-, ofrecía rentabilidades de hasta el 120% en solo dos meses (el 2% diario) a través de la venta de paquetes de anuncios publicitarios. Los inversores solo tenían que ver cuatro anuncios al día para obtener lo que la SEC califica de «rentabilidades muy alejadas de la realidad», aunque si pagaban por el llamado «paquete vacacional» ni siquiera tenían que cumplir este requisito.

Los datos de tráfico de la web de Fort Ad Pays revelan que España es el país con más afectados por la estafa, seguido de otros como Francia, Colombia, Venezuela y México. La SEC se considera competente para investigar el caso porque varias empresas de la trama -Fort llegó a constituir una docena en cinco países- tenían su sede en Florida y entre los afectados hay miles de estadounidenses.

La SEC considera que el negocio era un «fraude basado en un esquema Ponzi (piramidal)». El dinero utilizado para pagar las rentabilidades prometidas «procedía en un 99% de las aportaciones de los nuevos socios», por lo que el sistema creció hasta que fue incapaz de seguir atendiendo a sus compromisos.

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