Las primeras llamadas a la comisaría de la Guàrdia Urbana de Reus llegaron de madrugada. Una supuesta fiesta ilegal se celebraba en una finca particular situada en el Camí Vell de Riudoms.
La patrulla del turno de mañana cogía el aviso y se personaba hasta las puertas de la propiedad, cerrada a cal y canto aunque el sonido se escuchaba desde mucha distancia a esa primera hora del día.
Los agentes localizaron al propietario para poder esclarecer las quejas del vecindario. el titular de la finca admitió a los agentes que había una celebración de una hija y que no pensaba ponerle fin.
La Guàrdia Urbana levantó acta y decidió poner una patrulla estática a la salida de la finca para poder terminar el trabajo. En el turno de mañana, se identificaron los vehículos que estaban estacionados en el exterior y se les levantó acta y también diligencias informativas por desobediencia, han señalado fuentes conocedoras del caso.
El turno de mañana terminó a las 14 horas y se pasó la incidencia a los compañeros de tarde, que dieron el relevo sin dar el brazo a torcer.
Poco después de las 15.30 horas salieron 4 personas de las fincas. Se las identificó y se les levantó un acta por incumplir medidas anticovid. Al poco salieron 2 más y así hasta las 18 horas, donde se levantaron un total de 25 actas. Algunos incluso intentaron esquivar el cerco policial campo através paraluego coger un taxi. Fracasaron en el intento.
Al finalizar la fiesta, el propietario dio el brazo a torcer y dejó entrar a la patrulla en su propiedad. Se ampliaron las diligencias abiertas por la mañana y se observaron una serie de reformas sin licencia (presuntamente irregulares), que también fueron anotadas.