Un simulador de laparoscopia ‘made in Reus’

El prototipo creado por el reusense Gerard Aragonès será entregado al centro sanitario de la Fundació Althaia de Manresa

04 agosto 2021 07:49 | Actualizado a 04 agosto 2021 07:56
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Desde el pasado mes de febrero, Gerard Aragonès, estudiante de Ingeniería Electrónica Industrial y Automática en la Universitat Rovira i Virgili, ha estado trabajando en la creación de un simulador clínico de laparoscopia, la técnica quirúrgica menos invasiva que permite observar el abdomen internamente. Este proyecto es el resultado de su Trabajo Final de Grado.

«Tenía claro que haría algo para aportar mi granito de arena para ayudar a los hospitales», dice Gerard. El joven de Reus contactó con los hospitales de Catalunya y fue Althaia Xarxa Assistencial Universitària de Manresa quien se interesó por su propuesta. «En un principio, se puso sobre la mesa la creación de un respirador artificial», explica Aragonès. Esta primera propuesta se descartó, puesto que requería de más tiempo de homologación y pruebas, «vimos que no resultaba práctico». En el Hospital le comentaron que, antes de la pandemia, tenían previsto hacer un simulador clínico de laparoscopia para los médicos recién titulados. Gerard vio posibilidades  y aceptó. Hasta entonces, el juego de pruebas que existía en el centro hospitalario manresano era muy «rudimentario», explica.

«El objetivo es mejorar las capacidades de los médicos para realizar intervenciones reales sin peligro y agilizar las largas listas de espera», asegura Aragonès. En este sentido, los juegos de pruebas se basan en la mejora del pulso, la precisión o la auto confianza. 

El proceso de creación empezó por la parte electrónica y de programación de la pantalla. Las piezas que componen el simulador fueron creadas con el sistema de impresión en tres dimensiones. Existen, también, piezas metálicas que Gerard diseñó y que su padre «las repasó con el torno y las juntó y soldó». El apoyo de su padre, comenta, «me agilizó mucho el trabajo». El chasis del prototipo fue creado «en una semana» por la empresa Mecaindu.

El resultado de todos estos meses de trabajo, un prototipo que permite acceder a muchas de las situaciones en que los médicos se pueden encontrar en medio de una operación. Además «hemos incorporado varios sensores que nos dan una lectura de los errores de la simulación realizada», afirma. Estos resultados quedan recogidos en una gráfica que permite ver la evolución de la técnica de los profesionales que lo utilicen. El instrumento cuenta con otra parte más manual, «donde se podrán sujetar tripas reales de animales y practicar incisiones o suturas».
En septiembre el simulador será entregado a la Fundació Althaia de Manresa. Allí harán las pruebas iniciales para hacer los últimos retoques que darán lugar al aparato definitivo.

Abrir mercado en el sector

La idea de Gerard es «buscar mercado, inversores y fondos de financiación para comercializar el dispositivo». Para lograrlo, el joven ingeniero reusense quiere estudiar un máster enfocado en el mundo empresarial «porque, si esto sale bien y se crea un mercado, sepa manejarme en el sector», apunta.

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