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Una joven bailarina de Cambrils, de 24 años de edad, se ha convertido de la noche a la mañana en el epicentro de la polémica por un vídeo de twerking que grabó el pasado lunes día 15 de marzo a media mañana en la plaza de la Llibertat. El vídeo se hizo sin música y en un momento en que había poca gente en la plaza. Sin embargo, más allá de la grabación particular, hubo otros vídeos caseros que recogieron conductores con sus móviles que en ese momento quedaban sorprendidos por lo que se veía.
El vídeo empezó a circular el martes y miércoles desde una cuenta de Instagram o por whatsapp y ha coincidido en el tiempo en el rodaje que se estaba haciendo en la misma plaza de la capital del Baix Camp de un cortometraje que elabora la Escola de Cinema de Reus.
La coincidencia en las redes del baile provocativo y el rodaje profesional han motivado una confusión que ayer generó polémica y debate en las redes. No sólo porque nada tiene que ver el baile y el rodaje, sino porque la ropa interior de la bailarina también generaba una posible infracción de la ordenanza de civismo de la ciudad.
La bailarina cambrilense se ha puesto en contacto con el Diari para subrayar que su actuación personal nada tiene que ver con la película que dirige Álex Escudero y que lleva por nombre El crédito.
La Productora ECIR films, de la Escola de Cinema de Reus, se encontraba esta mañana de jueves en estado de shock con el bailecito sensual de esta joven, puesto que no tiene nada que ver con el proyecto cinematográfico que se rueda en Reus, Salou y Tarragona, entre otros escenarios.
El elenco de artistas de El crédito es de primer nivel: José Sacristán, Amaia Salamanca, Manuel Galiana, Carles Bigorra (en la vertiente más local)... "Y estamos muy dolidos de que nos relacionen con este vídeo", admite el director de la Escola, Daniel Villanueva.
La productora rodó por la mañana del miércoles en la plaza Llibertat y el baile se filmó dos días antes, aunque la presencia en las redes coincidió con el día de grabación del cortometraje. "No tenemos nada que ver y es triste que puedan ver un vínculo entre nuestro trabajo y lo de la tarde", añadía Villanueva.
La bailarina ha admitido que "le sabía mal que hubiera esta confusión" y lamentaba que su actuación personal se mezclara con el rodaje de este corto. "No pretendía molestar a nadie ni perjudicar", explica la protagonista del baile, que prefiere omitir su nombre. "Es la primera vez que grabo unos pasos de twerking en un espacio público y en ropa interior, pero en ningún momento creo que provoque nada más allá de curiosidad", explica.
La joven, ante la posibilidad de que la ordenanza municipal pudiera abrirle un expediente, remarca que "estaba informada de la ordenanza y el baile es un deporte. Esta modalidad acepto que puede ser provocativa como la ropa interior, pero no hay en ningún artículo que se prohíba bailar en ropa interior en la calle", remarca.
La joven señala de que grabó pasos básicos y luego editó el vídeo para colgarlo en las redes añadiendo la música, por lo que no hubo ni exceso de ruido en la polémica actuación de twerking en la plaza Llibertat.
