El tarraconense detenido por la Policía Nacional en una macrooperación contra el narcotráfico -la banda importaba cocaína desde América- en el interior de falsos ladrillos refractarios es un vecino de Castellvell del Camp de 36 años de edad y que ha ingresado en prisión, según fuentes policiales. Se trata de un ciudadano español que se encargaría de la logística de la entrada de la droga en España a través de los puertos de Barcelona y València. Carece de antecedentes policiales.
Este vecino del Baix Camp se trasladaba a estas dos localidades para controlar los desembarcos y, supuestamente, también se llevaba parte de la droga para su posterior distribución. Se le considera un mediano distribuidor. Los agentes de la Udyco (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) de Tarragona se encargaron durante semanas de seguir los movimientos del individuo. Así, cuando bajaba a València subía con cocaína, que distribuía en Tarragona y Barcelona.
El hombre disponía de dos vehículos: uno utilitario y otro de gama alta. Este último estaba caleteado. Disponía de doble fondo cubierto de una plancha metálica que se abría con un dispositivo electrónico que sólo tenía él. En el registro de su domicilio sólo se encontraron dos máquinas de contar billetes, nada de droga.