Una comunidad de vecinos del barrio Monestirs de Reus, harta de convivir con okupas

Aseguran que la situación es «insostenible» y denuncian destrozos, peleas y continuos cortes de luz en el bloque por las conexiones ilegales a la red eléctrica. Hace meses ya se abrieron diligencias judiciales contra los ocupantes de siete pisos

19 noviembre 2018 08:20 | Actualizado a 20 noviembre 2018 10:42
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Los vecinos del número 2 de la calle Monestir de Ripoll se han puesto en contacto con el Diari porque están hartos de los problemas que generan a diario los okupas que viven en el bloque. Denuncian que son familias conflictivas que okupan siete viviendas, propiedad de entidades bancarias, y que generan un clima «insostenible». Uno de los vecinos de este edificio del barrio Monestirs asegura que le han intentado robar en más de una ocasión y que han destrozado la escalera. También añade que las peleas y los enfrentamientos en el portal han aumentado. 

Aún así, señala que lo peor son los continuos cortes de luz que sufre toda la comunidad cada vez que se conectan de forma ilegal a la red eléctrica. «Incluso han provocado varias explosiones en los plomos tanto del interior como del exterior del bloque cuando se enchufan», explica otro vecino, mientras muestra como también están ‘pinchados’ los contadores de agua. Cansados de toda esta situación, recientemente han instalado una alarma en la entrada del cuarto de contadores para  avisar a la policía cada vez que intenten acceder a su interior. Además, apuntan que están pendientes de poder instalar una puerta metálica como ya han hecho algunos bancos en viviendas del bloque para evitar que sean okupadas.   

La Guàrdia Urbana identificó a los okupas de los siete pisos el pasado mes de mayo 

«Con nuestras quejas queremos dar a conocer el sin vivir que tenemos que soportar cuando somos personas que cumplimos con nuestras obligaciones», sentencian. Un «mensaje de desesperación» que quieren hacer llegar, sobre todo, a los dueños de los pisos okupados y a las autoridades judiciales. Y es que, subrayan, la colaboración tanto del Ayuntamiento como de los cuerpos policiales es satisfactoria.

Macrooperativo policial 
Las okupaciones en este bloque formado por 21 viviendas empezaron en el año 2010. Desde entones, los vecinos aseguran que han interpuesto varias denuncias y que, tanto la Guàrdia Urbana como los Mossos d’Esquadra, ya se han personado en más de una ocasión. 
Una de las últimas se produjo hace varios meses a través de un amplio despliegue de agentes que actuaron en distintos puntos de la ciudad. En el caso de la calle Monestir de Ripoll cortaron todos los accesos y entraron en el bloque con el fin de acabar con el fraude eléctrico. De hecho, actuaron junto con los técnicos de Endesa y de Aigües de Reus para que pudieran trabajar sin problemas.

Las ocupaciones de los pisos vacíos, propiedad de bancos, empezaron en el año 2010  

En total, se encontraron siete pisos conectados ilegalmente a la red eléctrica y otros dos a los contadores vecinos. Los agentes de la Guàrdia Urbana identificaron a los okupas y abrieron diligencias judiciales, por la vía penal, contra ellos por las conexiones delictivas. Ese día, los agentes también comprobaron que se habían hecho conexiones ilegales en los contadores de la empresa municipal de aguas, Aigües de Reus, cuyos técnicos también procedieron a cortarlas.   

El macrooperativo de la Guàrdia Urbana y los Mossos continuó después en otro inmueble situado en la calle Muralla donde también localizaron 12 pisos conectados a la red eléctrica de forma ilegal y también se abrieron diligencias judiciales contra las personas identificadas.

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