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Un hombre de unos 40 años fue atendido el pasado sábado día 31 de marzo tras sufrir quemaduras de primer grado en la cara. Según han confirmado fuentes médicas y policiales, el trabajador estaba llenando el tanque de combustible del Bon Àrea, situado en el kilómetro 2 de la T-310, en el término de Reus.
Durante la operación, hubo una deflagración que le alcanzó la cara, provocándole quemaduras de primer grado (son aquellas superficiales que están sólo en la capa superior de la piel. Este tipo de quemaduras enrojecen la piel, hinchándola y provocando dolor. Se pueden tratar en casa y tardan entre 7 y 10 días en curarse).
El hombre fue atendido por personal del SEM y trasladado posteriormente al Hospital Sant Joan de Reus, puesto que las heridas no eran graves.
Las razones de esta deflagración podrían tener relación con el fuerte viento que soplaba aquel sábado, aunque este extremo no ha sido confirmado por fuentes oficiales.
