Una entidad social de Reus se hace cargo del atracador que quería ir a prisión

De momento está acogido por una familia, a la espera de poder compartir piso con otras personas necesitadas

19 mayo 2017 17:39 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:33
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Una entidad social de Reus, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, se ha hecho cargo del hombre que la semana pasada fue detenido hasta tres veces por los Mossos d’Esquadra, al protagonizar dos intentos de atracos a dos bancos y dos asaltos a farmacias de la ciudad. Se da la circunstancia de que el hombre, de 38 años de edad, pidió -tanto a los Mossos como al juez- ingresar en prisión, motivo por el cual también habría forzado estas intentonas de atraco.

Según avanzó el 'Diari' en su edición del pasado sábado, la policía autonómica contactó con una entidad social de la ciudad de Reus para que ésta buscase una salida a este hombre que, hasta el primer intento de atraco del pasado miércoles a una oficina de Ibercaja del paseo de Prim, no tenía antecedentes policiales.

Fuentes de esta entidad han confirmado que «de momento hemos encontrado una familia de acogida para esta persona. Mientras, estamos trabajando para encontrar un piso social donde pueda compartir su estancia con otras personas necesitadas».

El hombre está atravesando un momento delicado, tanto a nivel personal como económico, que le ha llevado a esta situación. Aunque residía en Valencia, hace unas semanas se vino hasta Constantí en busca de trabajo, ya que -por culpa de un error administrativo- se había quedado sin cobrar la paga que tenía hasta el momento. Este hecho provocó que no pudiese pagar la habitación de alquiler en la que se alojaba, quedándose en la calle.

La última opción, a la desesperada, de este hombre, fue protagonizar la semana pasada varios intentos de atraco, con la intención de que lo detuviesen y fuese ingresado en prisión donde, como mínimo, tendría un techo bajo el que cobijarse.

El primero de los intentos de atraco sucedió el pasado miércoles 19 de octubre, cuando entró en la oficina de Ibercaja del paseo Prim, escondiendo una navaja en el bolsillo. Los trabajadores que había en el interior se percataron de este hecho y lo redujeron. Al día siguiente, y después de quedar en libertad, volvió a entrar en una oficina bancaria, en esta ocasión en la de La Caixa de la avenida Marià Fortuny, muy cerca de los juzgados, donde había declarado. Después de volver a salir en libertad, el hombre -el viernes por la tarde- entró en dos farmacias de la ciudad, donde amenazó verbalmente a los trabajadores para que le diesen el dinero, siendo detenido de nuevo por los Mossos d’Esquadra.

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