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El pasado 2 de octubre, los padres de una menor de 8 años de edad inscribieron a la pequeña en la escuela Mowgli de Reus. Rellenaron la ficha por la mañana y el documento empezó su tramitación.
Por la tarde, los padres volvieron a la escuela situada en el paseo de la Boca de la Mina reclamando que les devolvieran las hojas de escolarización, ya que habían decidido un cambio de centro y apuntarían a la menor en otra localidad del Baix Camp próxima a la capital.
La directora del centro educativo de Reus recibió a las pocas horas de esta retirada de la escolarización un mail que le ponía sobre aviso de que la menor que estuvo pendiente de aprobar su escolarización podría ser una niña secuestrada en Italia y que el caso estaba en proceso de investigación.
La directora informó de inmediato a los Mossos d'Esquadra de Reus, que activó su Unitat d'Investigació (UI) para recopilar información y seguir la pista por si fuera cierta.
Mossos se puso en contacto con la Interpol (una organización intergubernamental que cuenta con 194 países miembros) para averiguar si había abierta una investigación en Italia con un posible secuestro de una menor.
Esta Organización Internacional de Policía Criminal envió un requerimiento de la Polizia di Stato italiana explicando el caso que estaba abierto y que se presumía que uno de los destinos de la menor secuestrada estaría en la zona de Tarragona.
Ante la veracidad del caso abierto en el país transalpino, Mossos inició una investigación para conocer el paradero de la familia y averiguar si la menor coincidía con el caso de secuestro abierto en Italia.
Tras casi dos meses, Mossos informaba a través de la Interpol que el caso de la escolarización de la pequeña (primero en la Mowgli de Reus y luego en otro centro educativo de la comarca) no era la niña que buscaba l aPolizia di Stato.
