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Un grupo de vecinos del Carme se han organizado para tapiar por su cuenta dos edificios del barrio donde se habían producido recientemente «ocupaciones conflictivas». El último de ellos, en el que se actuó hoy por la mañana, se corresponde con el número 4 de la calle Alt del Carme. El otro, que se cerró muy poco antes, se ubica en el número 9 de la calle Closa de Freixa. La intervención habrá costado, en su conjunto, «unos 1.800 euros» que fueron aportados por los propietarios de inmuebles cercanos pero también por los negocios de las proximidades de estos dos puntos. Los vecinos cuentan con el apoyo de la Associació l’Harmonia del Carme.
En el número 4 de Alt del Carme, tal como explican algunos habitantes de la zona, «se metió hace un tiempo gente que resultó ser bastante problemática y amenazaba al resto, generaba altercados y ya había habido algunas detenciones». Operarios trabajaban aún hoy al mediodía para colocar los ladrillos que impedirán el acceso a todas las plantas del bloque. Los mismos vecinos relatan que se trataba de «un grupo formado todo por chicos de mediana edad» que, desde el primer momento, «se habían mostrado agresivos». El bloque «estaba ocupado entero» y «no sabemos quién es el propietario, pero no se ha hecho cargo». Sobre cómo han conseguido desalojar a los ocupas, los vecinos expresan que «los Mossos d’Esquadra nos ayudaron hace poco y hoy también ha venido la Guàrdia Urbana».
En el otro edificio donde había problemas, en el 9 de Closa de Freixa, «la puerta estaba reventada porque intentaron entrar por allí y luego lo intentaron también por el balcón». La situación afectó a la primera planta y los ocupas «amenazaron a la mujer que vivía en el segundo y, al final, hubo que tapiar porque los vecinos tenían miedo». En este caso, «sabemos que la vivienda pertenece a un banco». En el barrio del Carme «aún quedan algunos edificios ocupados». Por ejemplo «en el Vapor Vell hay uno que es de propiedad municipal, tiene la cubierta destrozada y el alcalde ya ha dado orden de que se haga algo». Además, «hay otras tres casas más, pero no provocan tanto follón».
