El cadáver carbonizado localizado en una granja de Riudoms

Un hombre de unos 50 años de edad fallecía el 8 de marzo por la tarde en una granja ubicada en el término municipal de Riudoms. La instalación privada se encuentra en el cruce de la carretera del Parc Samà (T-314) y un camino local llamado del Pagès. El hombre murió accidentalmente, según han confirmado al Diari fuentes de la investigación. Aunque el trasfondo de lo ocurrido deja ciertos interrogantes.

El incendio se decretó a primera hora de la tarde del miércoles 8 de marzo (el aviso del 112 a Bombers entraba a las 15.35 horas) y la densa humareda era visible desde la misma localidad del Baix Camp y alrededores. Por ello, las llamadas del incendio fueron varias.

Una decena de dotaciones de Bombers se desplazó al lugar indicado (procedían de Reus, Tarragona, Falset, Cambrils y de la base de la Regió d’Emergències) ante el riesgo de que el fuego pudiera extenderse por la finca agrícola.

Los vigilantes de Riudoms y los Mossos procedieron a cortar la carreta del Parc Samà y permitir la entrada y salida de vehículos de agua del camino del Pagès. El fuego estaba activo a la llegada de las primeras dotaciones de Bombers y se trabajó más de una hora aquella tarde para sofocar las llamas. Además del fuego, se cortó el suministro de electricidad para evitar que el fuego provocara un apagón más allá de la finca afectada.

A lo largo de la tarde, Bombers terminó las tareas de extinción. Ante la presencia de una gran cantidad de uralita en esta granja (cayó del techo al interior de la nave a causa del fuego), se acordó volver al día siguiente para gestionar este material de construcción altamente contaminante y que debe tratarse como un residuo especial. En las inmediaciones de la granja había aparcado un coche vacío al que se le hizo poco caso ante la emergencia del incendio que se estaba desarrollando ese miércoles por la tarde.

El hallazgo

Al día siguiente, Bombers volvió a la granja para terminar las tareas de extinción. En su interior, pero, se encontró el cadáver carbonizado de una persona. Rápidamente se activó a los Mossos d’Esquadra para que asumieran la investigación del hallazgo. El estado del cuerpo, afectado por la virulencia del incendio, obligó a buscar indicios para lograr su identificación y a llevar a cabo una autopsia para señalar las causas de la muerte.

La identidad del finado fue relativamente fácil de encontrar. El coche que estaba aparcado en las inmediaciones estaba a su nombre y el propietario de la nave informó a Mossos que tenía arrendada la explotación al hombre fallecido.

La autopsia, según fuentes de la investigación, no reveló ningún detalle que pudiera abrir una posible muerte con violencia y por tanto, el deceso del hombre de 50 años se consideró accidental. Sin dar detalles, posiblemente falleció por inhalación de humo y posteriormente el fuego carbonizó el cuerpo.

Aunque la investigación oficial ha dado carpetazo al incidente. Otras fuentes señalan que se estudiaron una serie de llamadas registradas al 112. En ellas la víctima denunciaba posibles amenazas de muerte. Esta línea de investigación no fue más allá cuando se confirmó que el fallecimiento del hombre de 50 años era accidental no violento.