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El actual contexto social y político, con la guerra de Ucrania, la crisis energética, subida de precios y de tipos de interés se traduce en mayor incertidumbre para las empresas. Así queda patente en la 35ª Onada del Radar Cambra, la herramienta de consulta empresarial que desarrollan conjuntamente la Cambra de Comerç de Reus y el Gabinet Ceres. Ha sido presentada este lunes de la mano del director técnico del Radar, Hildebrand Salvat y representante de la empresa Ceres; y el director gerente de la Cambra, Jaume Llosas, que ha descrito el clima actual como una «cierta calma tensa».
El estudio corresponde al tercer trimestre de este 2022, con la participación de 28 personas de empresas muy diversas. Mayoritariamente son de Reus o Baix Camp y respondieron al cuestionario entre el 8 de septiembre y el 14 de octubre.
Respecto al trimestre pasado, ha empeorado tanto la percepción de la situación económica actual, como en comparación al año anterior. Las previsiones de futuro también son más pesimistas, similares o incluso peores que durante los meses más restrictivos de la pandemia de la Covid. Así pues, el 43% cree que la situación será peor en el futuro, el 36%, que será igual, y sólo el 22% cree que puede ser mejor.
En cuanto a si la actual situación es peor respecto el año pasado, en el anterior Radar Cambra, el correspondiente al segundo trimestre, un 67% pensaba que se había mejorado. Ahora, sólo lo cree un 29%.
El estudio aporta cifras, pero Jaume Llosas apunta a los factores que influyen en estas perspectivas, como el encarecimiento de los suministros, especialmente los energéticos, con el impacto creciente de la guerra de Ucrania. «Son cuestiones que asustan a la economía» y «preocupa que el Radar tienda a la baja», remarca el director gerente de la Cambra de Comerç.
Todo ello acaba repercutiendo negativamente al Índice de Confianza Empresarial (ICE), resultado de la situación y las expectativas. Dicho índice «sufre una caída, situándose en valores negativos, volviendo a valores de 2020, año de pandemia», se indica en la 35ª Onada del Radar Cambra. La tendencia se da, principalmente, por una percepción muy negativa de la situación actual y unas expectativas muy contenidas.
Como subraya Llosas, varios factores han convergido a la vez, lo que genera esta incertidumbre, sumándose también el cambio climático y la preocupación por la sequía, en el caso del ámbito agroalimentario. «Las empresas quieren seguridad», recuerda. No obstante, destaca la capacidad de «gestionar incertidumbres y adaptarse a situaciones cambiantes». El director gerente de la Cambra ha recordado la necesidad de contar con «respuestas firmes por parte de los gobernantes, con medidas que permitan dinamizar la economía y favorecer un entorno adecuado para las empresas».
