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El servicio de limpieza y recogida de basuras de Reus ha empezado a incorporar maquinaria, progresivamente y siguiendo el calendario que se perfiló con la entrada de la nueva contrata, ahora en manos de la UTE Reus Net que integran Valoriza Servicios Medioambientales SA y José Antonio Romero Polo SAU. Tal como detallan al Diari fuentes municipales consultadas, se trata de vehículos auxiliares, barredoras eléctricas, baldeadoras eléctricas y barredoras de pequeñas dimensiones. La flota está pendiente de matrícula, rotulación y puesta a punto –y de su presentación pública por parte del Ayuntamiento– para salir a las calles.
En este ámbito, las mismas fuentes precisan que «ya se han empezado a implantar los nuevos itinerarios». La planificación contempla un incremento del número de recorridos de manera que, en el barrido manual, se pasará de los 56 que existen actualmente a 66. Su longitud «se adaptará a un rendimiento óptimo», con la mecanización del abordaje de las aceras, repaso de papeleras y contenedores por las tardes, incremento de la atención a manchas y grafitis y geolocalización con sensores de actividad, según el acuerdo con la UTE.
La inversión prevista en maquinaria es de 5,4 millones de euros para la limpieza viaria –que es la parte que ahora se activa– y otros 5,1 millones para la recogida de residuos, que se ha programado para febrero del próximo 2022. En conjunto, la ciudad acabaría teniendo un turismo, 35 vehículos auxiliares, cinco furgonetas, 17 camiones de recogida, 19 barredoras, cuatro furgonas hidrolimpiadoras, seis recolectores de carga lateral y 17 vehículos de riego. Algunos serán eléctricos y los camiones funcionarán a gas. Los 17 que tratan con agua tendrán elementos de reducción de consumos.
Reus Net también está avanzando en otro ámbito específico de su implantación en el municipio, el de la puesta en marcha de parques auxiliares. En este sentido, el Ayuntamiento apunta que «se está trabajando en su adecuación» para activarlos. Y es que los planes pasan por que Reus cuente con hasta tres instalaciones: un parque central y dos auxiliares que, según avanzó la UTE hace algunas semanas, se adaptarán para poder mejorar las prestaciones actuales. Además, en el parque central se ha propuesto la adquisición de un sistema de captación de energía fotovoltaica de 30kW de potencia para la maquinaria. Como la potencia es superior a las necesidades, «se podrá generar un excedente de energía».
La contrata, con una duración de una década, se adjudicó por 106.424.359 euros. La intención es que «se fundamente en los pilares de la mejora de la calidad ambiental, la gestión eficiente y las políticas sociales». Tal como se presentó en su momento, se ha previsto que esté «dimensionada» y que disponga de «tecnología punta» como, por ejemplo, sistemas de control y trazabilidad de la recogida. Todo el personal de la anterior prestadora, FCC, se ha subrogado.
Los contenedores, hacia febrero
Los contenedores se reemplazarán, igualmente a partir de febrero, por nuevos modelos. Se dará el salto de 1.825 a 2.100 unidades y «se aumentará la recogida selectiva y se reducirá la de resto» además de «pasar de dos a tres rutas de recogida de papel, cartón, envases y vidrio». Habrá una prueba con containers cerrados que se abrirán con tarjeta o móvil y otra de ‘puerta a puerta’, más allá de un sistema de 'pre-recogida' pensado para prever impedimentos.
Preguntados sobre qué le pedirían a la nueva contrata, los vecinos lo tienen claro: calles más limpias, más inspección para que la basura no se eche fuera, que los residuos se recojan regularmente y que no se permita que las islas desprendan olores. Quieren que se cambien ya los contenedores, «rotos e inservibles». Y apuestan, también, por el desmantelamiento del sistema neumático que se ha revelado con el paso del tiempo como gran fuente de inconvenientes.
Consultado por esto, el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, expresa que «los trabajadores necesitan herramientas para hacer su labor y esperamos que las tengan pronto» y Josep Machado, al frente de la Associació de Veïns L’Harmonia del Carme, reclama «vigilancia contra los incívicos que ponen las bolsas en el suelo», así como «contenedores de más fracciones» y «acabar con la neumática porque no va bien». El presidente de la AV I de Maig de Mas Pellicer, Eduardo Navas, exige que «no nos ocurra que en cuatro días no pasa nadie» y, desde la AV del barri Immaculada, Esperanza Torrijos pide «darles un agua a los contenedores porque huelen mal y el hedor llega a las casas».
Para Domingo Martínez, que lidera la Associació de Veïns del barri Montserrat, «los chóferes ponen los containers de cualquier manera y no puede ser, además de que se tendría que vigilar que nadie deje las bolsas fuera» y Alfonso Berbel, de la AV del barri Monestir, lamenta que «han caído muchas hojas estos días y sería una cosa fácil de atajar, pero falla». En la AV El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet y Jordi Forner quieren información de cómo será el servicio para el barrio porque «no llegan, hay sitios a los que vienen tres días», y la presidenta de la AV Sol i Vista, Anabel Castaño, dice que «algunas zonas que se han creado nuevas con el tiempo no están en las rutas» y pide «cuidar las rejas del alcantarillado y que la suciedad no las atasque».
