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Más de una década después de iniciarse, el proceso judicial que Watani –la Associació Ciutadana per la Conviviència i el Desenvolupament de Reus, con el abogado Hilal Tarkou al frente– empezó a raíz de la propaganda electoral de la antigua Plataforma per Catalunya (PxC) para las elecciones de 2011 sigue en marcha.
El germen del caso fueron unos cheques simulados repartidos por PxC a nombre de ‘Mohamed’, por los que Watani denunció a la cúpula del partido acusándola de incitación al odio.
El mediodía de este 12 de enero, según detalla Tarkou, se celebró en el Juzgado Penal número 1 de Reus una vista preliminar, que «es una oportunidad previa para dar voz a todas las partes y valorar si procede juzgar la causa o archivar las actuaciones». «La decena de miembros del consejo de PxC que están acusados de incitación al odio», precisa Tarkou, «piden el sobreseimiento».
«Desde 2011 hasta la fecha se ha tardado tanto porque se han planteado varias cuestiones judiciales, unas cosas y otras, a quién corresponde la competencia... Llegó al Tribunal Superior de Justicia y se determinó que es Reus el que debe continuar con el procedimiento, y ahora estamos en el Penal 1», relata el abogado.
Tarkou tiene claro que «la indiferencia es la postura que parece que todo el mundo adopta actualmente. Pero yo, personalmente, sigo esta otra línea».
«Hay manifestaciones muy graves»
«Lo que he hecho ha sido no aceptar ese programa electoral, porque está lleno de incitación al odio, bajo mi punto de vista», añade. Y dice que «allí hay manifestaciones muy graves respecto a la convivencia y la paz social. Se relaciona a la inmigración con las mafias, se incita a que la gente tenga la idea de que los inmigrantes quitan el trabajo a los demás, que no pagan impuestos... Es una barbaridad».
El abogado que lidera Watani lamenta que «con cosas así, se incita a que la gente tenga una actitud discriminatoria y racista respecto al vecino, y eso es contrario al ordenamiento jurídico». «Una cosa es no estar de acuerdo con la política de inmigración, y la otra es defender ideas que incitan al odio contra los inmigrantes», destaca.
Por eso, «no pararé aquí. Ante cualquier cosa que ataque a la paz social, la convivencia, genere conflictividad o discrepancia entre los ciudadanos, allí estaré», avisa.
