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Los proyectos educativos que quieren sensibilizar y fomentar la visión crítica de niños y jóvenes respecto a otras realidades sociales van en aumento en Reus. Hasta 701 alumnos de nueve escuelas, por ejemplo, han participado este año en la iniciativa ‘Tinc uns amics i amigues a Nicaragua’. De la mano del cuento Estrellas de colores y del Comitè de Solidaritat Óscar Romero y la ONG Mirades del Món (@mirades.delmon), acercan de forma vivencial e inclusiva la realidad del pueblo nicaragüense.
Por otro lado, el INS Gabriel Ferrater ha trabajado el conflicto entre Rusia y Ucrania en clase, con el objetivo de que los alumnos conozcan una situación relativamente próxima y elaboren sus propias conclusiones tras haber investigado por su cuenta.
«Cuanto más conocemos sobre otras sociedades más respetamos, pues se genera empatía. Desde este planteamiento, surgió ‘Tinc uns amics i amigues a Nicaragua’. Se trata de una actividad que da a conocer una cultura diferente y ayuda a tomar conciencia de las desiguldades que existen en el mundo. Está pensada para los ciclos de educación infantil y de primaria», cuenta el presidente de la ONG Mirades del Món, Òscar Fabregat.
Como decíamos, han sido cerca de una decena las escuelas que ha acogido varios talleres del proyecto –la Escola La Vitxeta, la Teresa Miquel, la General Prim, la Marià Fortuny, Els Ganxets, la Misericòrdia, la Rosa Sensat, la Joan Rebull y la Eduard Toda– y dependiendo del nivel se han abordado temas distintos: educación infantil ha conocido a los animales y la comida de Nicaragua; primero y segundo de primaria, las plantas autóctonas; tercero y cuarto, los volcanes; y quinto y sexto, la vida cotidiana. «Los talleres trabajan la comparación, queremos que niños y jóvenes entiendan que a, pesar de ser aparentemente diferentes, hay aspectos que los unen», añade.
De hecho, la trabajadora social de Mirades del Món, Montserrat Gaia, explicó hace una semana a 4º de ESO de la Escola Teresa Miquel que, «respecto a vuestra relidad y punto de vista, puede parecer que a estos niños –señaló la diapositiva– les falten cosas que vosotros tenéis, pero tienen otras riquezas que aprecian mucho, como sus bosques». La intención de Gaia fue, precisamente, hablar de cosas importantes para cualquier niño: aprender y jugar. Comentó las formas de entretenerse de los niños en el recreo, donde usan más la imaginación. El «largo recorrido» que toman estos hacia la escuela fue algo que sorprendió a los presentes y otro tema que despertó su interés, también, fue conocer el interior de las escuelas, las palabras típicas y alimentos de la dieta nicaragüense.
La estima por la diferencia
Desde la ONG_Mirades del Món crean proyectos de cooperación con una visión que fomenta la estima por la diferencia. «Creamos iniciativas que contribuyan a compartir mucho de lo que hemos aprendido los integrantes en el terreno, en Nicaragua. Este aspecto –la experiencia– hace que las explicaciones en clase tengan valor», apunta Fabregat.
El hecho de haber estado allí, destaca por su parte la tutora de 6º de primaria de la Escola Eduard Toda, Meritxell Capdevila, es algo que te prepara para cualquier pregunta que formulen los estudiantes: «Mis alumnos aprendieron sobre cómo vive la población nicaragüense, de sus fiestas y tradiciones; la explicación fue bastante vivencial, quien impartió el taller trajo vestidos tradicionales y monedas, eso aproximó a los jóvenes al tema del que les estaban hablando».
Recuerda, por otro lado, una anécdota sobre los aguaceros de Nicaragua. «Allí las lluvias son abundantes y según se nos explicó, los niños no pueden ir a la escuela cuando llueve así», apuntó Capdevila. Manifiesta que es importante que conozcan la cotidianidad de otro lugar: «Muchos de los alumnos de clase son magrebíes y árabes y asociaron muchas de las explicaciones con la realidad de sus familias, fue muy interesante».
Interactuar con los jóvenes es fundamental en estos talleres, insiste Fabregat, quien reconoce que los talleres «han funcionado muy bien y que, por ello, deberían tener continuidad». Manifiesta que desde la organización les gustaría implementar el proyecto con otro lugar del mundo, «como Tanzania o Nepal». «Conectar con estos talleres es útil para los niños. Nunca se sabe si, quizá, el día de mañana uno de ellos quiere ser médico o cooperante y, por su conocimiento con Nicaragua, quiera echar una mano allí. Lo que hacemos con el proyecto es sembrar semillas», declara.
Sus propias conclusiones
Por otro lado, el profesor que imparte la materia ‘Cultura i Valors’ en 2º de ESO en el INS Gabriel Ferrater, Àlex de Castro Fernández, explica que en abril montaron una actividad en clase en la que abordaron el conflicto entre Rusia y Ucrania. «En la asignatura acostumbramos a preguntarnos qué pasa en el mundo y con la intención de desarrollar el pensamiento crítico, les propuse que trabajaran este tema en clase y que lo plasmaran en cartulinas que se colgaron en las paredes del pasillo», resume.
Además de una buena presentación, les pidió que trabajaran el origen del conflicto, la situación actual, que lo situaran todo en un mapa político y las posibles situaciones futuras del conflicto: «Si creían que sería mejor mediar, luchar, rendirse, etc.». Lo crucial es que «la elaboración de conclusiones propias y la finalidad de la actividad fue que organizaran la información con libertad». Tuvieron dos semanas para hacerlo y de Castro Fernández les indicó que diferenciaran «qué información era tendenciosa y cuál más neutra e informativa», dice.
