Las rehabilitaciones en Reus siguen en alrededor de 60 anuales y se ralentiza la obra nueva

Reus tiene cada vez más edificios rehabilitados. Solo el año pasado se hicieron 61 obras de esta tipología en la ciudad, mientras que en 2021 fueron 66, según el informe del primer cuadrimestre de 2023 del Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Tarragona (COAATT). En cambio, la obra nueva de viviendas ha ido a la baja, según el mismo estudio, pasando de 180 en la ciudad en 2021 a cuarenta el año pasado.

Dando una vuelta por el centro, se ven varios andamios con operarios trabajando en edificios que hacía años que estaban totalmente abandonados. Algunos, tras un intenso lavado de cara, ya lucen carteles de «en venda». «Últimamente nos encontramos mucho con este tipo de intervención», relata el presidente del Gremi de la Construcció del Baix Camp, Antoni Sentís. Se trata de inversores que compran edificios enteros, los rehabilitan de forma íntegra para, posteriormente, alquilarlos. Y es que hay muy poca oferta de alquiler en la ciudad y mucha demanda.

Pero el sector también está trabajando especialmente en intervenciones en fachadas, como constatan empresas de la construcción de la zona. Desde Rehabilitacions Cal·lípolis, con sede en Vila-seca, explican que, actualmente, la gran mayoría de obras que están realizando son rehabilitaciones en comunidades de propietarios, mientras que el trabajo de obra nueva se ha reducido. Trabajan por Tarragona y alrededores y, en todas las ciudades, ven esta tendencia, también en Reus, donde están rehabilitando un edificio de la calle Ample.

Así también lo indican desde Construcciones y Reformas Nuevo Cambrils, que hace pocos días iniciaron obras en un inmueble de la calle Ample. «Estamos trabajando mucho en rehabilitaciones y, sobre todo, en fachadas», señalan desde esta empresa cambrilense. Una tendencia que «ha subido bastante últimamente» y sobre todo, desde la pandemia, «e incluso ya de antes», según Rehabilitacions Cal·lípolis.

Desde Construcciones y Reformas Nuevo Cambrils ejemplifican que, actualmente, tienen más de una decena de obras de este tipo entre las ya iniciadas y para empezar. «Han subido bastante», aseguran.

La tendencia al alza no es solo una percepción, sino que así lo demuestran los datos que maneja el COAATT. Fue en 2019 cuando se vivió el máximo de obras de rehabilitación de los últimos años en la capital del Baix Camp, con un total de 106. Con la Covid, se frenó, con 74 en 2020, pero por encima del número de trabajos registrados en 2014 (42), mientras que en los dos últimos años se han mantenido por encima de sesenta anuales y no parece que la tendencia vaya a la baja.

«Me da la sensación que este aumento de rehabilitaciones en comunidades de vecinos se debe a ayudas por parte de ayuntamientos», comentan desde Construcciones y Reformas Nuevo Cambrils. En el caso de Reus, sí que coincide que el Ayuntamiento abrió, entre octubre de 2020 y junio de 2021, dos líneas de ayudas en el marco del Pla de Reactivació Econòmica i Social.

La partida destinada fue de 675.000 euros y era para, un lado, la rehabilitación de elementos comunes de los edificios, subvencionando obras de mejora de la eficiencia energética y eliminación de barreras arquitectónicas, incluida la instalación de ascensores. Por el otro, para rehabilitar viviendas desocupadas para incorporarlas en la Bolsa para la mediación del alquiler social. De hecho, en el nuevo Pla Local d’Habitatge de Reus se contabilizan 891 viviendas vacías en la ciudad: 454 serían inmuebles vacíos y/o ocupados sin título habilitante de grandes tenedores, y 437 de particulares. Además, habría 110 ocupados de forma irregular.

Otro incentivo para que haya más rehabilitaciones son los fondos europeos Next Generation, que contemplan varias líneas de ayudas relacionadas con este tipo de actuaciones. Pero el presidente del Gremi de la Construcció del Baix Camp, Antoni Sentís, señala que no están teniendo demasiado impacto, ya sea por falta de difusión y, sobre todo, por los dificultosos trámites a realizar para optar a alguna línea. «En obras públicas o de mayor envergadura sí que puede haber un impacto, pero no alcanzan a los particulares», puntualiza.

Sobre el encarecimiento de precios de las materias primas, Sentís admite que han tenido cierto impacto: «Hay empresas que han tenido que rehacer proyectos u obras que no han empezado porque los promotores se han echado atrás». No obstante, resalta que el sector sigue gozando de buena salud y que se trabaja a buen ritmo, «con precios altos, pero de momento se han estabilizado». Lo que no descarta es que pueda haber posibles efectos en un tiempo, con la guerra de Ucrania como principal incerteza para el gremio.