Los vigilantes de una discoteca de Reus alertaban en la madrugada del sábado 1 de octubre a la Guàrdia Urbana de la presencia de un hombre con un cuchillo que se enfadó cuando le impedieron la entrada en el local. Posteriormente, habría sacado el cuchillo y habría amenazado con él a los vigilantes.
A la llegada de la patrulla, los agentes hablaron con los vigilantes que explicaron la incidencia. Los guardias localizaron al joven de las amenazas que estaba con un amigo. La patrulla quiso saber la versión de los acusados y uno de los dos se encaró a un agente y le empujó cuando intentaban marcharse del lugar.
No lo consiguieron. Quedaron neutralizados y ambos fueron acusados de un delito de atentado a la autoridad. A este delito se sumó el de amenazas con arma blanca a los vigilantes y hubo un tercero de daños porque dañaron la puerta del coche policial.