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«Este lunes esperamos a los obreros para empezar a derribar», explica el presidente del CN Reus Ploms, Isidre Guinjoan. El club prevé iniciar hoy los movimientos de traslado de sus pistas de pádel y liberar, con ello, terrenos que le comprará la empresa Aegide, que levantará allí una residencia de mayores.
«Nuestro proyecto es de viabilidad para el club», subraya Guinjoan, que constata que «la única manera de cubrir deuda y avanzar es vender patrimonio». Si bien el Ploms encara con esto el tramo final de un proceso que ha sido largo, recientemente el Reus Deportiu aprobó la puesta en marcha de uno similar que, en su caso, creará vivienda.
Los grandes clubes deportivos se desprenden de parcelas para obtener ingresos que les permitan mejorar las instalaciones y aseguren, con ello, su futuro.
Guinjoan calcula que la operación que la entidad está a punto de sellar, culminación de un plan urbanístico, «le dará 30 años más de vida al Ploms». «El siguiente peldaño ya es la compraventa del terreno, que supone unos 2.800 metros cuadrados de 38.000. Presentamos los papeles de segregación y esperamos respuesta del Ayuntamiento pronto», especifica el presidente.
El paso inyectará alrededor de 2,5 millones de euros a las arcas del club, que se emplearán en liquidar deuda y optimizar instalaciones. Y abrirá la oportunidad de multiplicar el espacio deportivo, con un nuevo edificio con piscina donde está la de Marià Fortuny y cubriendo la zona del parking para pistas. El Reus Ploms cuenta con cerca de 2.000 socios y usuarios.
Un pabellón de dos plantas
Por su parte, los socios del Reus Deportiu aprobaron en mayo un proyecto de reordenación del plan urbanístico de la entidad. La propuesta consiste en comercializar terrenos para que alberguen dos edificios de pisos: uno, en la calle Gaudí con la de Escornalbou; el otro, de espaldas al 66 de la calle Gaudí, ocupando el aparcamiento inmediato y parte de las pistas exteriores, con zona ajardinada en el resto de pistas hasta las proximidades de la cafetería. Fruto de esto, el Reus Deportiu construiría un pabellón de dos plantas y mejoraría el tenis.
La presidenta del club, Mònica Balsells, indica que también «cancelaríamos deuda con el Institut Català de Finances por las obras, en 2001 y 2006, del nuevo Reus Deportiu», que ronda los 1,5 millones. «Se ha acordado el estudio para pasar terrenos de equipamientos a nuevas edificaciones», precisa, y dice que «el club no pierde instalaciones, las gana».
«Hay interés por hacer viviendas. Ya tenemos tres llamadas de empresas que han preguntado y con las que nos reuniremos. Esta es buena zona y no hay obra nueva porque no quedan solares», señala Balsells. El club espera recibir fondos para deshacerse de esa deuda y crecer. «Si va bien, todo será una realidad en tres años», concluye.
El Reus Deportiu tiene 5.200 socios, en plena recuperación tras la Covid. Y «sin masificar para mantener la calidad, y solamente con las cuotas, no podríamos desarrollar proyectos así», expone Balsells.
