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    Marc Pedrós: «En núcleos más pequeños hay barreras para llegar al público»

    El ciclo ‘Paradigmes’ de Cal Massó acogió la semana pasada ‘Introscòpic’, un proyecto de cine experimental que combina elementos performativos con la edición y montaje audiovisual en directo y que fue presentado por el creador y realizador visual

    10 junio 2023 08:44 | Actualizado a 10 junio 2023 08:49
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    Tres poemas visuales constituyen el programa de Marc Pedrós, creador y realizar audiovisual, que presentó su innovadora propuesta al público reusense en el Centre d’Art Cal Massó. Introscòpic plantea el arte digital como un ente dinámico y en evolución.

    ¿Cómo surgió ‘Introscópic’?

    Parte de la idea que hoy en día podemos generar imágenes digitales fácil y espontáneamente. Cada vez, los procesos artísticos están más abiertos porque se pueden hacer cambios de manera más inmediata y directa. Para mí, la experiencia que más se acercaba a ese lenguaje audiovisual que evoluciona era generar un audiovisual que se esté proyectando y ‘pinchando’ simultáneamente. La imagen, el texto y el audio se van reordenando y los significados van cambiando. Me generaba mucha inquietud ver qué sinergias iba a generar con el público.

    ¿Cómo influye el público?

    El ambiente de la sala varía y eso influye en qué ambiente tendrá la propia pieza. Lo bonito de esta experiencia es que genera mucha vida y, como artista, te ofrece un contacto muy cercano con el público porque la obra no está empaquetada para su proyección. Por el simple hecho de tener a otras personas a tu alrededor como realizador, estoy conectado con ellas, observo sus reacciones y puedo percibir sus sensaciones y plasmarlas. Inconscientemente, la obra se va adaptando al espectador y al ambiente que me rodea.

    «Lo bonito de esta experiencia es que genera mucha vida y, como artista, te ofrece un contacto muy cercano con el público»

    ¿Cuál es el mayor reto técnico?

    El reto está en plantear un lenguaje cinematográfico que toma elementos de la televisión, ya que en cine no existe todavía una infraestructura de realización en directo. La secuencia del programa de edición, es una piscina de imágenes superpuestas. Puede tener 20, 50 o 100 imágenes, así como sonido, música y texto; y en el trascurso de la reproducción, voy visibilizando o invisibilizando las capas para que sea una proyección a tiempo real.

    El suyo es un enfoque distinto.

    Sí, porque muchas veces las obras experimentales generan muchas sinergias con el contexto en el que se expone e interactúan con el propio espacio en el que se ubican. Se puede ‘jugar’ con instalaciones multipantalla, explorar una interacción con las personas... Y considero que plantear estas proyecciones más bien como actuaciones evoca más a un DJ o la improvisación del jazz. Experimentar también cómo entiendes el diálogo en el aspecto más performativo.

    «En el Camp de Tarragona hay artistas experimentales, pero hay que picar mucha piedra para poder tener visibilidad»

    ¿Esta propuesta es arriesgada fuera de las grandes ciudades?

    Lo más difícil es dinamizar la inquietud social hacia este tipo de propuestas que no están habitualmente en la programación cultural. En las grandes ciudades, obviamente, ya existen muchas comunidades artísticas, y en núcleos más pequeños está menos consolidado, hay más barreras para que llegue el proyecto a gente que, quizá tenga ese interés, pero no sabe que estas propuestas se están desarrollando. De hecho, proponer cosas que se salgan un poco de la norma suele tener muy buena acogida hasta en pueblos pequeños porque es una forma de disminuir la diferencia respecto a Madrid o Barcelona y aportar aire fresco al espectador.

    ¿Por qué decidió presentarlo en Reus?

    En este caso, encontrar un espacio donde hacer la presentación ha sido fácil porque desde el Centre d’Art Cal Massó hay gran predisposición a acoger nuevas expresiones, géneros y propuestas, incluso en un ámbito más experimental. Creo que esa es la única forma de explorar nuevos lenguajes y en Reus, concretamente, ha tenido muy buena recepción. Aquí, en el Camp de Tarragona, hay artistas experimentales, pero hay que picar mucha piedra para poder exponer o mostrar las obras para tener visibilidad.

    ¿Cree que la ‘solución’ pasa por la formación?

    Sí, sobre todo, porque en las ciudades más pequeñas los docentes y artistas tenemos grandes oportunidades para proponer nuevos itinerarios que incorporan elementos diferenciadores. Mientras solo se establezcan las bases del audiovisual, el aprendizaje seguirá siendo muy académico; se trata de ampliar la formación hacia la diversidad de lenguajes artísticos que existen para después no tener que hacer una deconstrucción.

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