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El Ayuntamiento de Reus apagará cada día, a partir de las 22 horas, el alumbrado ornamental de todos los espacios y edificios municipales, a excepción del campanario de Sant Pere, como medida de ahorro y eficiencia energética.
El decreto firmado este jueves por la alcaldesa accidental, Noemí Llauradó, contempla apagar las luces ornamentales del Palau Municipal, el Gaudí Centre, el Colegio Prat de la Riba, el Colegio Pompeu Fabra, el Museo Salvador Vila-seca de la raval Santa Anna, y las fuentes ornamentales de la plaza de las Oques, la avenida Sant Jordi; la plaza del Canal y la rotonda de la avenida Tarragona.
Sin embargo, desde el consistorio han decidido mantener la iluminación ornamental del Campanario de Sant Pere «por su carácter singular».
Entre otras medidas que se han tomado con el fin de ahorrar y mejorar la eficiencia energética hay la de subir el aire acondicionado a 27 grados de todos los edificios del Ayuntamiento y ponerlo a 19 grados.
Además, todos los edificios y locales municipales con acceso desde la calle tendrán que disponer de un sistema de cierre automático de puertas.
También se promoverá la realización de una campaña de información y concienciación al personal municipal y se instalarán carteles y paneles informadores necesarios para comunicar la aplicación del Real Decreto Ley.
