Reus carece de zonas verdes, vivienda accesible, iluminación pública y transporte

La diagnosis del plan Reus Horitzó 32 pone sobre la mesa las fortalezas y oportunidades del municipio, pero también las carencias que deberá resolver a lo largo de la próxima década

14 febrero 2022 18:50 | Actualizado a 16 febrero 2022 06:15
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Las fortalezas, oportunidades y necesidades de Reus han quedado reflejadas en la diagnosis del plan estratégico Reus Horitzó 32, un documento de 102 páginas «fruto de la participación ciudadana» que supone el «punto de partida» para definir lo que debe ser Reus a 10 años vista. El análisis se ha llevado a cabo desde el Ayuntamiento con las aportaciones de los integrantes del Fòrum Ciutadà –200 personas de diferentes sectores– y los del Fòrum Territorial –municipios del entorno–. Los grupos municipales salvo la CUP, que se desmarcó del planteamiento al inicio, han opinado. La diagnosis refleja las ventajas de la ciudad pero también carencias, entre otras, relacionadas con la falta de zonas verdes, vivienda asequible, iluminación pública y transporte urbano e interurbano.

La vicealcaldesa, Noemí Llauradó, destacó ayer que «era necesario contar con una fotografía desde la que partir y ya es esta, con datos cualitativos y cuantitativos». «Ahora tenemos un DAFO desde el que poder trabajar para fortalecer las debilidades y potenciar las fortalezas de Reus», añadió. Y el alcalde, Carles Pellicer, definió esta diagnosis como «realista, detallada y compartida» y expresó que es un «documento único y lleno de oportunidades».

Los resultados arrojan muchos datos positivos pero también, y de especial interés, los retos a los que Reus deberá hacer frente. Se dividen en cuatro ámbitos: ciudad de oportunidades, ciudad con calidad de vida, ciudad para disfrutar y ciudad con talento. El primero de ellos hace referencia a cuestiones sobre ocupación. En este aspecto, el informe recoge la percepción de un exceso de burocracia en los cambios de actividades económicas y desconocimiento de las ayudas al emprendimiento.

También refleja la idea de que es difícil acceder a la zona comercial del centro en coche, que el precio del alquiler de los locales y el IBI son elevados, o que el sector del aceite y la avellana son relevantes pero no están potenciados. El Aeropuerto se ve como una ocasión desaprovechada y como una infraestructura mal comunicada. También hay problemas para acceder a los polígonos en bus y pocas plazas públicas en residencias y en jardines de infancia.

En cuanto al segundo eje, el de la ciudad con calidad de vida busca el bienestar de sus habitantes. Ahí, las voces consultadas hacen alusión a cuestiones relacionadas con la vivienda, en el sentido de que Reus tiene un parque grande con una cifra alta de pisos vacíos mientras que muchos colectivos luchan para acceder a ellos. El precio medio del alquiler en la ciudad ha pasado de 308 a 480 euros en cinco años y en 2020 se realizaron 371 expedientes de desahucio y 96 lanzamientos.

El informe expone que crecen las agresiones a mujeres jóvenes y al colectivo LGTBI+, y la cifra de intervenciones del Servei d’Informació i Atenció a la Dona se ha incrementado recientemente. Preocupa el consumo del cannabis, que se está normalizando y proliferan las plantaciones. También en 2020, más de 1.000 familias necesitaron subvenciones por pobreza energética. Y faltan alternativas para mayores que cubran la necesidad de vivienda y cuidados.

Por otro lado, el ámbito de la ciudad para disfrutar se centra en temas que «inviten a estar en el municipio y a vivir en él». Las aportaciones realizadas en este punto del proceso de Reus Horitzó 32 apuntan que una parte de la ciudadanía no participa activamente en las iniciativas que se organizan, los centros cívicos están llenos, faltan espacios de encuentro para familias y jóvenes, y también faltan zonas verdes y zonas húmedas. Reus cuenta con 500 entidades y muchas buscan relevo generacional.

Además, en algunas áreas hay poca iluminación y eso genera inseguridad, y hay calles y plazas que suelen estar sucias, bajo el punto de vista de los miembros del proceso que han formulado las valoraciones que el informe contiene. La falta de continuidad de los carriles bici –la ciudad dispone de más de 20 kilómetros– es otra carencia. Y existe la sensación de que los horarios y frecuencias de los buses urbanos no son suficientes para poder responder a las necesidades laborales de la población y la de que Reus está mal enlazada con otras poblaciones.

Finalmente, el cuarto eje es el de la ciudad con talento, sobre cómo Reus debe promover la generación de ideas y la cultura. El informe detalla que faltan servicios adaptados a las necesidades de los niños y niñas con diversidad funcional, que no hay suficiente variedad de ciclos formativos y que se echan de menos equipamientos públicos donde desarrollar la producción cultural y exhibirla, así como un centro de artes que concentre la producción del municipio. Parte del patrimonio urbano se encuentra en malas condiciones y es necesario acercar la fiesta a toda la población.

En mayo, el proceso participativo

A partir de aquí, se pondrá en marcha en marzo una fase prospectiva con reuniones del Fòrum Ciutadà y un nuevo encuentro de técnicos del Ayuntamiento. Será este trabajo el que perfile un proceso participativo abierto a la ciudadanía, que se llevará a cabo durante los meses de mayo y junio y que espera combinar sistemas telemáticos y presenciales para seguir dando forma al plan estratégico.

La diagnosis de Reus Horitzó 32 ha sido elaborada de manera externa por la empresa Spora, tal como especifican fuentes municipales, que indican que ha requerido una inversión de 17.500 euros. Las mismas fuentes especifican que el importe global del proyecto está previsto que sea de alrededor de 35.000 euros para la dinamización de las sesiones de trabajo de Reus Horitzó.

Comentarios
Multimedia Diari