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    Reus tiene más de un millar de viviendas en condiciones deficientes

    Los inmuebles en mal estado o ‘regulares’ son el 2,4% del total y se encuentran en zonas como el centro o el Carme

    26 enero 2023 07:00 | Actualizado a 26 enero 2023 07:00
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    Un total de 1.167 viviendas de Reus están en deficientes condiciones: 1.088 están catalogadas como ‘regulares’ y 79, en mal estado. Representan un 2,4% del total del parque, pero se concentran, en su gran mayoría, en zonas específicas de la ciudad, donde en los últimos años ha habido varios derrumbes. Solo la zona del centro (contando casco antiguo, Carme y la zona del Mercat Central), suma unas 200 viviendas en estado regular y una cuarentena en mal estado. En la periferia, destaca el barrio Fortuny con 208 pisos con un estado de conservación regular.

    Son datos que recoge el nuevo Pla Local d’Habitatge de Reus 2022-2027. Un plan que, como recuerda la concejala de Habitatge, Teresa Pallarès, «dota al Ayuntamiento de las estrategias, el plan de acciones y los recursos para desarrollar una política activa de rehabilitación, sobre todo en los entornos de la ciudad más vulnerables». También busca «mejorar la accesibilidad de las viviendas para garantizar una vida digna e independiente a lo largo del ciclo vital y velar por la calidad habitacional», añade la concejala.

    El documento indica que, según el catastro, un 97,6% del parque de vivienda se encuentra en buen estado. No obstante, destaca que las construcciones datan, de media, de 1974 y que el 43% de las viviendas de la ciudad (21.451) tienen más de 45 años. «Existe una parte importante del parque que tiene que hacer la inspección para determinar el estado del edificio», se indica en el plan.

    Esta es una cuestión que preocupa a los vecinos, sobre todo por un tema de seguridad. En el barrio del Carme, por ejemplo, conocen bien la problemática. Y es que en los últimos años se han desplomado varios inmuebles que, por suerte, no han causado daños personales. Ante la «dejadez de propietarios y administraciones», los mismos vecinos decidieron coger las riendas y favorecer la rehabilitación de viviendas y atracción de nuevas familias.

    En los últimos cuatro años, ya son más de noventa los pisos arreglados o construidos en el barrio y cerca de 200 familias nuevas, lo que está contribuyendo a la reactivación de la zona. «Hemos llamado a muchas puertas, contactando con constructores, inversores, personas que podrían estar interesadas... Todo con el fin de rehabilitar casas en mal estado», subraya el presidente de la asociación vecinal, Josep Machado.

    $!Un inmueble rehabilitado en la plaza de Sant Francesc, a raíz del trabajo realizado por la asociación vecinal del Carme. FOTO: Alba Mariné

    Ya en 2004 se aprobó el plan de obras del barrio, con el objetivo de dar un nuevo aire al Carme. Inicialmente, tuvo un empujón con la Llei de Barris de la Generalitat. Algunas calles fueron reformadas y el entorno de la plaza de la Patacada fue remodelado. Pero el plan quedó a medio camino con la crisis económica de 2008. Ahora, y como presentó hace pocos días el equipo de gobierno, se ha dado un nuevo paso para desarrollar el ámbito que actualmente ocupa el parking de zona azul de la calle Sant Benet. Un acuerdo entre Ayuntamiento y Generalitat tiene que permitir, definitivamente, el desdoblamiento del Centre d’Atenció Primària (CAP) Sant Pere. Así, el Àrea Bàsica de Salut (ABS) Reus 1 se reubicaría en un nuevo centro sanitario en el Carme. En el mismo espacio también habrá 70 nuevas viviendas y un aparcamiento municipal subterráneo con un centenar de plazas.

    El objetivo de todo ello es contribuir en la regeneración urbana y dinamizar el barrio, aunque todo ello llegará con un trabajo previo de dinamización iniciado por los propios vecinos: «Queremos parar el proceso de degradación y alguien tenía que empezar a moverse», exclama Josep Machado.

    Las rehabilitaciones son ya visibles en varias calles. El presidente del barrio cuenta que hay más en marcha y que habrá de nuevas próximamente. «Muchos jóvenes muestran interés en venir a vivir al Carme», relata. Sobre cómo el barrio ha llegado a tal degradación, el presidente vecinal detalla varios factores. El primero, el envejecimiento de los vecinos: «Algunos han fallecido y otros se han ido porque las viviendas no tienen ascensor». En consecuencia, estos pisos han quedado vacíos y se han ido degradando. «Hay muchos casos que los herederos se han desentendido: ni venden ni invierten», denuncia Machado. Al final, «esto deriva a ocupaciones ilegales, casas que colapsan y se derrumban», lamenta. Por otro lado, también cree que la administración podría hacer más. «Expropiar, actuar antes que un edificio se caiga», enumera.

    Bloques precarios en el Fortuny

    Una problemática similar se da en el barrio Fortuny, aunque sin llegar al extremo del Carme. Como señala la presidenta de la asociación vecinal, Cori Balanyà, la dejadez de los vecinos de algunos bloques muy concretos es lo que deriva a condiciones prácticamente insalubres. «Hay quienes esperan que el resto les hagan el trabajo», denuncia. En cada bloque tendría que haber una comunidad que se preocupara por mantenerlo en condiciones. «Pero tenemos casos en los que no es así», explica, y la misma asociación acaba interviniendo si son cuestiones que transcienden el propio bloque, como puede ser una fuga de agua.

    Como se ha mencionado anteriormente, en el Pla d’Habitatge consta que en el barrio Fortuny hay más de 200 viviendas en condiciones regulares. De hecho, Balanyà recuerda que la Guàrdia Urbana llegó a señalar un bloque de la Glorieta Galicia como inhabitable si no se actuaba.

    Igual que Josep Machado, Cori Balanyà también señala el envejecimiento del vecindario y el abandono por falta de ascensores como el punto inicial de la problemática. De hecho, según el mismo Pla Local d’Habitatge, al menos 7.180 viviendas en Reus de tres o más plantas no disponen de ascensor.

    «En varias ocasiones se ha querido tirar adelante el proyecto para instalar ascensores en los bloques, pero nunca se ha llevado a cabo», lamenta. Así pues, la falta de accesibilidad a los pisos ha motivado a vecinos de edad avanzada a abandonar el barrio. «Después han venido algunas personas problemáticas, ocupaciones... Son pocos, pero dañan la imagen del barrio», se queja Cori Balanyà.

    Ayudas para rehabilitar

    Para incentivar la rehabilitación de viviendas, en los últimos años ha habido, y se sigue trabajando, en varias líneas de ayuda. A través del Pla de Reactivació Econòmica i Social de Reus, por ejemplo, se destinaron más de 600.000 euros a esta cuestión a través de dos líneas: rehabilitación de viviendas desocupadas y de elementos comunes de edificios.

    También destaca la reciente creada oficina única entre Ayuntamiento de Reus y Consell Comarcal del Baix Camp para gestionar ayudas para la rehabilitación de inmuebles en la comarca. Además, y como destaca la concejala de Habitatge, Teresa Pallarès, el Pla d’Habitatge aporta estrategias y líneas de trabaja para seguir trabajando en la rehabilitación y reactivación del parque de vivienda ya existente.

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