Reus vuelve a pedir las Tres Gràcies a pie de calle

El acto más emblemático de la Semana Santa reusense se ha revivido esta tarde ante una plaza de la Sang a rebosar

15 abril 2022 16:32 | Actualizado a 15 abril 2022 22:33
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La plaza de la Puríssima Sang se ha llenado, nuevamente, de devoción con las Tres Gràcies, el evento más emblemático de la Semana Santa reusense. Tras dos años en blanco (el año pasado la Funció de l’Agonia y las Tres Gràcies se hicieron a puerta cerrada en el templo de la Sang), había ganas de revivir el acto, declarado Element Patrimonial d’Interès Nacional por la Generalitat en 2010. Y si días atrás las miradas estaban puestas al cielo por la lluvia, hoy ha sido el sol el que ha incomodado a los asistentes. «A 26 grados marca el termómetro...», comentaba acalorada Anna, mientras buscaba sitio en la sombra. Otros han sido previsores y han desplegado sus paraguas para protegerse.

Todos esperaban la llegada del Sant Crist de la Sang, obra del escultor reusense Modest Gené. A media mañana, la Venerada Imatge ha sido trasladada  desde el templo de la Sang hasta la Prioral de Sant Pere con la Processó de l’Agonia para dar paso a la Solemne Funció de l’Agonia, iniciada a las doce del mediodía. Dos horas y media más tarde, las calles, y sobre todo la plaza de la Puríssima Sang, estaban ya llenas de gente que no quería perderse el momento más especial, el retorno de la imagen del Sant Crist a su templo titular y, más especialmente, cuando se piden las Tres Gràcies, a las puertas de la Sang.

Con retraso

La llegada suele producirse alrededor de las tres de la tarde, pero esta vez se ha retrasado y algunos se impacientaban al ver que pasaban ya de las 15 h y no había rastro ni indicios de la procesión. «Quizás llegan que ya nos habremos ido...», comentaba una joven al resto de su grupos de amigos. Pero uno lo tenía claro: «No, no. Lo tenemos que ver, que tiene que ser espectacular». Una familia, también extrañada por el retraso, han cogido el móvil y han puesto la televisión local, que estaba retransmitiendo en directo la procesión. «Mira, por aquí ya se ven», decía la más pequeña. Otros señalaban a una cámara de televisión, ubicada en medio de la plaza, que empezaba ya a enfocar hacia la calle del Hospital. «Supongo que ya vienen, porque están ya enfocando», comentaban algunos y, ya entonces, se  han empezado a oír los tambores hasta que, finalmente, se visualizado los Armats de la Reial Congregació de la Puríssima Sang.

Llegados a la entrada de la plaza, han hecho una pequeña parada para, a continuación, retomar la marcha a golpe de lanza al suelo, picando todos a la vez y avanzando a marcha lenta ante un silencio absoluto, hasta formar un pasillo delante del templo. El Capità Manaies ha sido el encargado de golpear tres veces en la puerta de la iglesia para que el templo quedara abierto, y la corneta ha ordenado a los Armats que dejasen de picar con las lanzas.

Silencio, solo roto por el canto de Vexilla Regis con las voces de la Escolania i Capella de Cantors del Sant Crist de la Sang. Detrás suyo, el Sant. Silencio absoluto, emoción, cierta tensión. La imagen, al llegar al umbral de las puertas del templo, se ha girado hacia las centenares de personas allí congregadas y ha 'mirado' toda la plaza para que pidieran las Tres Gràcies. Un «¡Visca Crist Rei!» ha roto el silencio, a lo que la gente ha respondido «¡visca!», arrancando los aplausos mientras el Sant Crist ha entrado definitivamente al templo.

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