Las miradas estaban puestas en el cielo. Aunque la previsión de lluvia es para mañana, esta la tarde el cielo estaba especialmente nublado e incluso cayó alguna gota. Pero al final quedó en nada y la primera procesión de la Semana Santa de Reus de este 2022, la de L’Amargura, pudo salir a la calle con la imagen de la Mare de Déu y el paso recientemente restaurados como gran novedad.
También se dio otra sorpresa, que muchos desconocían: no se produjo el tradicional encuentro del paso El Petó de Judes y la Mare de Déu de l’Amargura en la plaza Prim. Esta vez, todos salieron desde la iglesia de Sant Joan. Habitualmente, la Confraria de Sant Tomàs d’Aquino sale desde el templo de la Puríssima Sang, mientras que la Confraria de la Verge de l’Amargura lo hace desde Sant Joan y ambas se encuentran en la Plaça Prim. Pero esta vez parece que las obras del arrabal Santa Anna habrían influido en este cambio. «Otros años, se encuentran aquí», explicaba una joven, al ver que todos bajaban conjuntamente por la calle Llovera.
Coorganizada por la Confraria de Sant Tomàs d’Aquino, Els Estudiants y la Confraria de la Verge de l’Amargura, la procesión contó también con la participación dels Armats de la Sang y la asistencia, como invitados, de los tamborileros de Calanda, con una representación de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno de Calanda, que rompieron el silencio.
La procesión arrancó alrededor de las 20.20 h. La trompeta así lo anunciaba y, a continuación, los tambores empezaban a sonar y los Armats se ponían en marcha. La Mare de Déu de l’Amargura lució de forma especial. Y es que salía, por primera vez, tras su restauración, de la mano del Taller Avall. A su paso, muchos sacaban el móvil para fotografiarla, acompañada, también, por el estruendo de los tambores de Calanda.