Trabajos en beneficio de la comunidad para mejorar el barrio

Arrimando el hombro. Así es como los miembros de la Associació de Veïns El Santuari de Reus han logrado, por fin, estrenar su local social. Ubicado en el número 1 de la calle de Antoni Isern, la entidad lo inauguró hoy por todo lo alto, con una gran fiesta. El granito de arena de todos ha servido para ponerlo en marcha y, ahora, el acuerdo que la Associació ha tejido con los juzgados llevará a personas que realizan trabajos en beneficio de la comunidad a darle los últimos retoques a este espacio para que cumpla con su función: llenar de actividad el barrio.

«Hace siete años, cuando empezamos con la asociación, la ilusión del barrio era montar un local social. Lo intentamos hace un tiempo, no salió bien, luego lo tuvimos que frenar por la pandemia y ahora ha sido el momento oportuno», explicaba el presidente de la entidad, Ramón Palmerín, que decía que «la cosa se ha puesto a tiro gracias a una vecina que se ha portado muy bien con nosotros» y «hemos contado con la colaboración de todos».

El lugar había sido anteriormente un bar, pero llevaba mucho cerrado y «con los pocos recursos que tenía la Associació y con la ayuda de todo el mundo, porque los vecinos traían los cables, sacos de yeso, los enchufes... lo hemos rehabilitado». Se trata, tal como destacaba Palmerín, de que «la gente, y sobre todo la gente mayor, tenga un sitio para reunirse y sepa que hay un punto de referencia» y «también colaboramos con el Ayuntamiento en la información sobre los trámites digitales para quien no sabe y hemos firmado un convenio con el juzgado para los TBC, los trabajos en beneficio de la comunidad».

A través de este último acuerdo al que el presidente de la AV El Santuari se refería, la zona contará con un relevante apoyo para acabar de arreglar el local y «ya hemos empezado también con el mantenimiento y la limpieza de las Clarisses, de la pista deportiva».

En su nueva sede social, la AV El Santuari hará «talleres y actividades, y estamos abiertos a lo que la gente sugiera, queremos que propongan». La asociación contaba hasta ayer con unos 60 integrantes pero el estreno del espacio, en el que participaron varios gegants y Reusamba, «seguramente nos llevará a superar los 200». En el futuro, «queremos ampliar la colla gegantera, hacer un gegant nuevo» y «el que tenemos pronto cumple diez años y lo quisiéramos conmemorar».

Con el comercio de proximidad

En habilitar el local, los vecinos tardaron dos meses. Palmerín destacaba que, a partir de la puesta en funcionamiento, «hemos decidido que la sede viva solo del barrio y, por eso, cualquier cosa que necesite se comprará en el comercio del barrio porque, al final, también son ellos los que nos apoyan y nosotros debemos hacer lo mismo». «Tenemos la suerte de que hay de todo aquí», concluía.