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Los vecinos de la llamada partida Matet, situada justo detrás del cementerio de Reus entre las rieras de l’Abeurada y de la Selva aseguran vivir una situación insostenible. En el último año y concretamente desde el verano pasado, han sufrido robos reiterados en sus viviendas -masias y casas aisladas- que están en el punto de mira de ladrones que cometen el hurto a plena luz del día.
El pasado setiembre, Inma, una vecina que hace 12 años que vive en la zona, fue víctima de un robo a las tres y media de la tarde, pero en el mismo mes los ladrones consiguieron entrar en tres ocasiones más. Ella y su hijo no estaban en casa pero cuando llegaron se encontraron todo el interior removido. «Me asusté muchísimo. Habían golpeado al perro y vi que me habían sustraído dinero en metálico y joyas por valor de 24.000 euros», cuenta Inma, quien denunció los hechos a los Mossos d’Esquadra.
El problema surge cuando el caso de esta vecina no es el único y los afectados ascienden hasta una quincena con más de un robo por barba. «Vivimos con una inseguridad brutal porque los ladrones se pasean como Pedro por su casa», explica Luís, otro vecino de esta zona. «A nosotros nos robaron un cable de la bomba y mi marido los vio horas después rondando por el barrio», explica Maria Teresa, una vecina que tiene una masia centenaria que utiliza como segunda residencia.
De hecho, el vecindario asegura haber visto los ladrones más de una vez. «Tenemos un grupo de WhatsApp formado por todos los afectados y nos avisamos, en seguida, cuando vemos un coche sospechoso. Incluso algunos han salido a perseguirlos sin éxito».
Los ladrones perpetúan los robos , mayoritariamente, por la tarde. Este es el caso del episodio que sufrieron una pareja de ancianos de la zona. «Eran más o menos las 15:00 horas cuando estábamos tomando café y sin que nos diéramos cuenta nos robaron joyas con un gran valor familiar y dinero», puntualiza esta vecina.
El modus operandi de los atracadores, según el vecindario, consiste en actuar de día y cortar las vallas de los casas, acceder por el jardín e incluso saltar de una casa a otra. «El problema es que lo tienen demasiado fácil», manifiesta con resignación Francesc. «Aquí tenemos una vía de tren inactiva, las dos rieras por donde pueden acceder y algunas casas llegan hasta la urbanización Sant Joan», añade este hombre que cuenta que en un año ha sufrido hasta 7 robos . «Cada quince días me roban vigas de hierro, grupos electrógenos, compresores, etc», explica Francesc quien asegura que ha presentado cuatro denuncias a la policía autonómica pero que ya ha decidido no interponer ninguna más «porque no sirve de nada. A mi han robado tres veces en una semana», cuenta.
Más seguridad
En este sentido, los vecinos piden agentes patrullando por la partida Matet para incrementar la seguridad de la zona porque son ellos mismos, aseguran, quien se tienen que defender.
La investigación de los Mossos d’Esquadra está en curso, según explican los vecinos, «pero aquí sólo ha venido la Guàrdia Urbana a patrullar por la noche si algún día hemos visto alguien sospechoso», cuenta Inma.
