Claves para combatir la pandemia de la obesidad

Día Mundial. Reeducar el paladar y hacer ejercicio son algunas de las estrategias para prevenir esta enfermedad crónica

04 marzo 2021 07:12 | Actualizado a 06 marzo 2021 15:50
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España ocupa el cuarto puesto en Europa en prevalencia de obesidad infantil y más de la mitad de la población adulta tiene un peso superior a lo recomendable. Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial y señala que cada año mueren cerca de 2,8 millones de personas por esta causa». Por esta razón, el Día Mundial de la Obesidad –que se celebra hoy, 4 de marzo– es una buena oportunidad para concienciar a la sociedad sobre las consecuencias de ambas patologías que «se definen como enfermedades crónicas causadas por una acumulación anormal o excesiva de grasa», explica Núria Guillén, Dietista-Nutricionista de la Unitat de Nutrició Humana del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, quien a continuación enumera trece claves para combatirlas:  

1. IMC y peso
El Índice de Masa Corporal (IMC) es el resultado de la siguiente fórmula: el peso (kg) / altura (m)2. Si el resultado es superior a 30, se considera obesidad y conforme va aumentando este número, aumenta el grado de obesidad; si la cifra oscila entre 25 y 30 se considera sobrepeso. «El IMC es una manera fácil de saber si una persona tiene sobrepeso u obesidad», afirma Núria Guillén, ya que «el peso no ofrece toda la verdad». Por ello, subirse a la báscula cada día –asegura la experta– «únicamente sirve para preocuparse más y querer buscar un motivo por el cual hoy pesamos medio kilo más que ayer». Por último, la Dietista-Nutricionista recuerda que «el peso que señala la báscula es la suma de la grasa, el músculo, los huesos, el agua…».

«El peso no ofrece toda la verdad. Únicamente sirve para querer buscar un motivo por el cual hoy pesamos medio kilo más que ayer»

2. Acumulación de la grasa
En función de donde se acumule la grasa, Núria Guillén diferencia que «la obesidad se puede clasificar en androide, cuando se acumula de cintura hacia arriba, que es la que supone un mayor riesgo cardiovascular; o genoide, cuando se deposita de cintura hacia abajo».

3. Grasa y masa muscular
Ante la duda de si es mejor perder grasa o ganar masa muscular, la Dietista-Nutricionista responde que «siempre es mejor perder grasa, porque una persona obesa tiene un aumento de grasa corporal mayor al habitual». 

4. Dieta y deporte
«La combinación de alimentación y actividad física es la base del tratamiento de una persona con obesidad», asegura Núria Guillén. En este sentido, el gasto energético también debe ser superior. «Este aspecto no tiene relación con comer más o menos, sino que hace referencia a que la energía que se ingiere debe ser inferior a la que se gasta», afirma la Dietista-Nutricionista, quien añade que «se debe llegar a un balance energético, o negativo o positivo, según cuál sea el objetivo». 

5. Caminar 10.000 pasos
La OMS recomienda caminar 10.000 pasos al día, una regla que debe ir acompañada de «dos a tres días a la semana de ejercicio de más intensidad, como nadar, montar en bicicleta, correr, etc.», indica Núria Guillén. 

6. Metabolismo basal 
La dificultad de perder peso aumenta con la edad, y a las mujeres les cuesta más que a los hombres. La razón está en el metabolismo basal que «es la energía que gastamos por el simple hecho de respirar, hacer la digestión, dormir, crecer... Un parámetro que cambia en cada etapa de la vida. Por ejemplo, el metabolismo basal de un adolescente es mayor si lo comparamos con el de una mujer con menopausia». Esta es la base para entender por qué «un adolescente debe comer más cuando está en la etapa de crecimiento y porque una persona mayor aumenta de peso, ya que su cuerpo gasta menos energía», explica la Dietista-Nutricionista. 

7. Riesgo cardiovascular
«La obesidad de por sí conlleva un riesgo cardiovascular, es decir, al acumularse grasa se es más propenso a desarrollar una Diabetes tipo 2; hipercolesterolemia; hipertrigliceridemia, etc. Y si coinciden dos o tres enfermedades de riesgo cardiovascular, el mismo riesgo aumenta», afirma la Dietista-Nutricionista y asegura que «una pérdida del 10% del peso corporal, tiene beneficios sobre la salud y disminuye el riesgo cardiovascular». 

8. De niños a adultos
Son muchos los estudios que indican que padecer obesidad en la infancia aumenta la probabilidad de ser un adulto obeso. Sobre las razones, Núria Guillén hace referencia al tejido adiposo. «El tejido adiposo es la grasa corporal y si desde pequeño eres obeso se crean muchas células en el tejido adiposo –que son muy difíciles de eliminar–; en cambio, si aumentas de peso en la adultez, lo que consigues es que las células existentes sean más grandes o más pequeñas en función de si tienen mayor o menor cantidad de grasa, y por lo tanto la respuesta a una dieta será mejor». 

9. Emociones
«La alimentación va ligada a las emociones. Las emociones nos hacen escoger determinados alimentos, en función de la situación en la que nos encontremos», afirma la Dietista-Nutricionista, quien añade que «por esta razón, hablamos del hambre física y el hambre emocional, y en este último caso muchas veces utilizamos la alimentación como una recompensa a un mal día, estrés en el trabajo…». 

«Combinar dieta y actividad física es la base del tratamiento de una persona con obesidad»

10. Efectos de la Covid-19
Durante la pandemia, según datos de Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, un 44% de la población española ha aumentado de peso, entre 3 y 7 kilos. A la pregunta de qué ha ocurrido en este tiempo, la Dietista-Nutricionista responde que «la única manera que hemos tenido de sobrevivir, a las malas noticias, ha sido cocinar y comer lo que hemos cocinado para recompensar el momento que estábamos viviendo».

11. Reeducar el paladar 
«Tanto la sal como el azúcar son igual de adictivos», afirma Núria Guillén. Por esta razón, hace hincapié en la necesidad de reeducar el paladar desde la infancia. 

12. Cambiar de hábitos
«Hacer dieta está caducado», asegura Núria Guillén. En este sentido, los expertos hacen hincapié en la necesidad de cambiar de hábitos. «Si te acostumbras a una dieta equilibrada y aumentas la actividad física, podrás perder peso y conseguir estabilizarlo», afirma la experta. La misma recuerda que «el actual estilo de vida nos ha llevado a ser sedentarios, tener al alcance muchos alimentos, comer alimentos ultraprocesados... y cambiar de hábitos supone modificar los hábitos de compra, saber leer las etiquetas de los alimentos, cambiar de técnicas de cocción, etc.».

13. Acudir a un profesional
Aunque el Método del plato –que surgió en Harvard– es una forma fácil de planificar menús saludables, Núria Guillén recalca que la figura del Dietista-Nutricionista cobra cada vez más importancia. «Debemos conocer la rutina de cada persona y sus necesidades –desde dónde trabaja, el horario qué hace, cuántas horas trabaja, qué alimentos le gustan y cuáles no–, para ayudar a crear unos buenos hábitos alimentarios y que duren para toda la vida».

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