La huelga de hambre de tres amigos para que no se olvide la tragedia de Amatrice

Solidaridad. El periodista Òscar Ramírez cumple 9 días sin comer en apoyo a las víctimas del terremoto

28 enero 2021 07:00 | Actualizado a 28 enero 2021 07:03
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El pequeño pueblo de Amatrice, en el norte de Italia, saltó a los noticiarios en agosto de 2016 cuando un terremoto lo borró del mapa llevándose la vida de 295 personas. Pero mientras el eco de aquellas noticias queda lejano, la cicatriz de quienes vivieron la tragedia está lejos de cerrarse. Tres amigos, dos italianos y un tarraconense, cumplen hoy nueve días en huelga de hambre, esperando que aquello no se olvide.

Uno de los protagonistas involuntarios de esta historia es Mario Sanna. Su familia no solo perdió su casa y todas sus pertenencias en Amatrice, sino también a su hijo Filippo, de 22 años.

Ahora Sanna está intentando reconstruir su vida en el municipio cercano de Rieti y se ha topado con la enésima dificultad. En Italia, en caso de una tragedia natural como un terremoto, quienes pierden una casa en propiedad tienen derecho a construir una nueva vivienda sin tener que pagar los impuestos de urbanización ni las tasas de la llegada de los servicios básicos como el agua, la luz y el alcantarillado. En cambio, si la casa era de alquiler, no tienen el mismo derecho.

Y es justo lo que le pasa a Sanna, a quien el ayuntamiento de Rieti le pide 42.000 euros por estos impuestos.

Hermanos de vida

Ante la desesperación y las puertas cerradas, Sanna decidió iniciar una huelga de hambre, no solo para que el ayuntamiento reconsidere su postura, sino para que se cambie el marco legal italiano para estos casos. Hoy se cumplen nueve días.

Pero, y aquí viene lo peculiar de la historia, Sanna no está solo; otros dos amigos se han unido a la huelga para apoyarle: el presidente de la asociación Spiragli, Bartolomeo Smaldone, desde Italia, y el periodista Òscar Ramírez Dolcet, presidente de la asociación cultural Etcètera, desde su casa en Altafulla.

Smaldone y Ramírez se conocían de haber compartido eventos culturales en Roma y cuando tuvo lugar la tragedia de Amatrice comenzaron distintas iniciativas para llevar la cultura a los habitantes del pueblo. Al año siguiente, de hecho, organizaron un festival con artistas callejeros de distintos puntos de Italia para ayudar a mejorar el ánimo, en especial de los niños. Allí conocieron a Sanna, quien había fundado la asociación ‘La sonrisa de Filippo’ en recuerdo de su hijo.

Cuando le preguntamos a Oscar Ramírez por qué decidió sumarse a la huelga, se carga de razones: «Una familia que ha sufrido la pérdida de su hijo y se ha quedado sin nada, sin casa ni pertenencias, no tiene por qué pasar por esta humillación por parte de un sistema político italiano que crea ciudadanos de primera y de segunda». Pero, más allá de las razones, el periodista esgrime algo irrefutable: «Son mis hermanos, mi familia».

Ramírez reconoce que su familia de aquí se ha preocupado por su salud, «pero respetan mi decisión porque saben del amor que nos profesamos los tres». Hace unos años sufrió un infarto, «por lo que hacer esta huelga tal vez no era lo más recomendable», pero de momento se siente con ánimos para seguir.

Paralelamente han comenzado una campaña para hacer llegar su reivindicación al alcalde de Rieti y sus concejales. De momento, desde Tarragona, ya han escrito unas 70 personas. Quienes deseen sumarse pueden contactar por el correo associacioetcetera@gmail.com.

Comentarios
Multimedia Diari