Luis Heredia: «Estamos llenos de todo, menos de nosotros mismos»

Luis Heredia es psicólogo, profesor en la Universitat Rovira i Virgili (URV), en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y en la Internacional de la Rioja. Es también el presidente de Intro-Ment (introment.cat), una asociación sin ánimo de lucro que nació en 2015, adscrita a la URV en la que, entre otras cosas, se trabaja el conocimiento interno para conseguir un mejor bienestar, para ser conscientes de lo que cada cual busca y de lo que realmente desea hacer con su vida.   

¿Cómo surge Intro-Ment?
Surgió por las necesidades de algunos centros educativos de la provincia. Había una demanda a partir de la cual se creó un proyecto de investigación en el que se formaron a profesores en unas técnicas determinadas para poder aplicarlas en las escuelas. La idea era ayudar a los maestros, ya que notaban que a los niños no se les enseñaba a lidiar con su mundo interno, con sus emociones. Entonces, cuando finalizó el proyecto se creó la asociación. Se configuró como una entidad que pretende seguir investigando las bases de este tipo de técnicas, desarrollar nuevas, realizar formación y generar actividades. 

Practican el Mindfulness. ¿Cómo lo definiría?
Es la capacidad de estar en el presente y de ser consciente. El Mindfulness se puede entender de diferentes maneras y dentro de él se trabajan tres pilares, cada uno con su grupo de técnicas.

Que son...
El primer pilar es el de la atención. Son técnicas llamadas de anclaje, que entrenan al cerebro para permanecer la mayor cantidad de tiempo posible en el presente. Y además con una actitud particular, sin juzgar, con paciencia, con amabilidad y autocompasión. Eso es básicamente lo que la asociación pretende potenciar. Después, el segundo pilar es la conciencia de uno mismo y las técnicas que van ligadas son las contemplativas. Contemplar es mirarse. 

No siempre gusta lo que se ve.
Pero es importante. Contemplar es tener conocimiento de cómo nos relacionamos con nuestra tristeza, con nuestra ansiedad, qué forma de pensar tenemos o qué prejuicios. Pero para hacer eso, primero tienes que haber prestado atención. 

Y finalmente...
La actitud del meditador. Y las técnicas que van unidas a esta pata son las generativas, pensadas para desarrollar una particular forma de relacionarnos con el entorno. Con estos tres aspectos tenemos lo que en Intro-Ment llamamos técnicas de meditación terapéuticas.

¿Qué profesionales se interesan por la asociación?
Pues estamos muy orgullosos de ser muy plurales, ya que tenemos desde estudiantes que se quieren formar en este campo hasta personas jubiladas que llevan toda la vida practicando estas técnicas. También profesionales de la psicología, evidentemente, personas que trabajan en curas paliativas o terapeutas. Y estamos abiertos a todo tipo de confesiones, creyentes y ateos.

¿La religión tiene algo que ver?
A veces se suelen vincular este tipo de grupos a la tradición budistas, pero no es nuestro caso. En Intro-Ment hay científicos totalmente escépticos y todos los credos religiosos. Y eso es algo difícil y necesario de trabajar. 

¿Qué actividades programan?
Por ejemplo, cada año organizamos un retiro en silencio un fin de semana, abierto a todo el mundo.

¿Y lo cumplen?
Sí porque el lugar al que vamos ya está avisado y todo está preparado para que no tengan que hablar. Se reparte un programa y un dossier explicativo sobre lo que se va a hacer y cada uno escoge a qué se quiere sumar. Como es un lugar idílico, en el que solo hay naturaleza, se puede estar en silencio con uno mismo, sin móviles, sin libros, sin nada, y se descubre otra manera de comunicarse, de estar presentes.

¿Tan dispersos estamos?
Creo que hemos llegado a un momento particularmente crítico. Pero la asociación no pretende cambiar la forma de vivir, sino darse cuenta de lo que cada uno quiere y siente que debe hacer. En Intro-Ment no hay iluminados. Creemos en las revelaciones sutiles del día a día, en fijarse en pequeñas cosas y que eso modifique el camino, poco a poco, pero sin ser una transformación súbita y mágica de las personas.

¿Todo lo que se quiere se puede hacer?
No, pero siempre podemos hacer algo. Nos hemos puesto muchos techos, algunos nosotros mismos y otros nos los han impuesto. Evidentemente que hay cosas que no se pueden hacer, pero otras, sí. A lo mejor no ahora, pero si se está convencido y consciente de lo que se quiere, de aquí a un tiempo se puede poner en práctica. Pero para eso hay que darse cuenta, hay que parar. Para conocernos a nosotros mismos tenemos que parar porque si no, estamos llenos de todo menos de nosotros y eso ya lo decía San Agustín. Y mucha gente nunca ha dedicado tiempo a mirarse a sí mismo. En este sentido, Intro-Ment es una área de descanso.   

Parecía que con la pandemia habían cambiado un poco las actitudes.
La pandemia ha despertado en muchas personas ese anhelo. Sin embargo, no hay estructuras para acogerlo.