Monólogos científicos rigurosos y desenfadados

Crónica ‘Vols saber què investigo?’ Seis doctorandas
y doctorandos de la Universitat Rovira i Virgili participan en la octava edición del concurso

23 mayo 2021 08:30 | Actualizado a 23 mayo 2021 14:37
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Aunque no son actores ni monologuistas, a las seis doctorandas y doctorandos de la URV, que este viernes participaron en la octava edición del concurso Vols saber què investigo, les sobró desparpajo para resumir en cinco minutos su tesis doctoral.

Fue una edición especial, ya que el certamen cambió las tablas del Teatre Bartrina de Reus por el escenario del Aula Magna y un público restringido, como consecuencia de las medidas sanitarias. Si bien, los participantes recibieron el apoyo virtual de quienes estaban enganchados al otro lado de la pantalla, desde las Terres de l’Ebre hasta Argentina, pasando por Tenerife. Una demostración de que la actividad divulgativa, impulsada por la Unidad de Cultura Científica y la Innovación de la URV, ComCiència, con el apoyo de la Diputació de Tarragona, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia e Innovación, no entiende de fronteras.

Los encargados de evaluar a los concursantes fueron el director de la Escola de Doctorat de la URV, Josep Ribalta; la profesora del Departament d’Estudis de Comunicació, Natàlia Lozano; y el integrante de la compañía Big Van, científicos sobre ruedas, Oriol Marimon. Él mismo y otros compañeros también subieron al escenario para, desde el entretenimiento y la diversión, contribuir a la divulgación de la ciencia.

La primera concursante en salir al escenario fue Elisabet Torrubia. Su monólogo Em dol a l’ànima i altres formes de dir psicomatització tuvo un profundo calado en el jurado, quien decidió que el primer premio fuera para ella. La joven ebrense puso los puntos sobre las íes al recordar que «la salud está compuesta de tres esferas: la biológica, la psicológica y la social, y si una explota, salpica a las demás», y añadió que «normalmente, cuando pensamos en una enfermedad, pensamos en su origen biológico, pero a veces es causada por factores psicosociales». Por esta razón, la doctoranda estudia cómo estos factores influyen de forma diferente en hombres y mujeres. El mensaje fue claro: «Esta sociedad nos tiene fritas, ya que nos impone unos cánones de belleza imposibles de cumplir, nos dice que debemos ser madres y al mismo tiempo tener éxito en el trabajo… y, ¿qué pasa si no cumplimos con todo ello? Nos duele el alma y estas emociones se expresan a través del cuerpo en forma de enfermedad». Por ello, la ganadora será la encargada de representar a la Universitat Rovira i Virgili en el concurso Explica la teva tesi en quatre minuts de la Fundació Catalana per a la Recerca i la Innovació.

El podio del certamen lo completaron Despoina Schina y su monólogo Teachers and Educational Robots, en el que trató «la necesidad de incorporar la robótica a las aulas y de la formación del profesorado para adaptarse a esta nueva competencia», y Abed Kassir quien se alzó con el premio del público, que emitió su voto online, gracias a su investigación sobre las masculinidades queer en las artes escénicas árabes modernas.

El pase de monólogos científicos contó con otros tres doctorandos. Daniel Schorn rompió una lanza a favor del sector agrícola en su monólogo Seguimiento de la maduración: control y calidad de la uva. «El sector primario da de comer al mundo y en nuestro país es una gran aportación a la economía, sin embargo a nivel social no se le da esta importancia», afirmó desde el escenario, desde donde abogó por un control de la calidad de la uva, «a través de técnicas de análisis modernas y sobre todo rápidas –la espectroscopia infrarroja y espectrometría de masas de la fracción volátil– para predecir los parámetros de calidad y evitar el desperdicio de la producción».

También compartieron escenario Maria Josefina Ruiz de Azua, quien habló de los beneficios para la salud de consumir frutas y verduras de proximidad, mientras que para Enric Arilla, quien analiza cuáles son los formatos que las universidades utilizan para hacer difusión de la ciencia en formato audiovisual, «la cuestión no es encontrar una varita mágica que haga que los audiovisuales sean más entendedores, más simples o que nos ayuden a formar, sino que lo importante es encontrar la fórmula que nos ayude a que las producciones puedan llegar a un mayor público, más general y que, realmente, el esfuerzo que hace la universidad por difundir la cultura, el conocimiento y la investigación, realmente sea lo más provechoso posible».

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